Con trayectoria y excelencia, una pyme salteña ofrece soluciones e integración en tecnologías de comunicación

Para la familia Marengo la revolución de las comunicaciones no tiene secretos. Aunque vive un presente difícil, la empresa apunta a crecer con fuerza en los próximos años.

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Todo comenzó en 1981 con el nombre de Microcom. Eduardo Marengo, un apasionado de la radio desde pequeño, se lanzó a emprender con una empresa que vendía, reparaba e instalaba sistemas de radio de todo tipo. “Eran tiempos en los que la gente se comunicaba por handy, que eran como el celular hoy”, recordó el fundador en diálogo con IN Salta.

Pero justamente la llegada del celular y la revolución de las telecomunicaciones de los últimos años lo obligaron a cambiar y evolucionar. Hoy la empresa se llama Uriel SRL, y además de su esposa Graciela, que lo acompañó desde el principio, participan de la firma
sus tres hijos: Mateo, Mariano y Ornella Marengo.

“Hoy somos una empresa dedicada al desarrollo de redes de comunicación e integración de tecnología, desde redes inalámbricas, por cable o fibra óptica”, precisó Mateo. Y explicó que si bien hay otros proveedores locales que hacen desarrollo de infraestructura, “somos los únicos capaces de ofrecer la integración de diferentes tecnologías”.

“Por ejemplo si un municipio necesita está haciendo obras de semaforización tiene que contratar a una empresa que le haga la obra civil, otra que instale el semáforo, y otra que le instale el sistema de control para manejar los semáforos. Nosotros podemos hacer todo eso integrando la tecnología disponible de acuerdo a las necesidades del cliente”, detalló.

Esa virtud les permitió ganar un contrato con ARSAT para el mantenimiento de unos 2.000 kilómetros de la red federal de fibra óptica en Salta y Jujuy; y la construcción de 57 nodos de acceso en idéntico número de localidades. Además, trabajan con varios gobiernos municipales y provinciales para brindar servicios como la instalación de centros de emisión de carné de conducir, o redes de comunicación de todo tipo.

Las nuevas tecnologías, en las que trabajan Mateo y Mariano, no implican abandonar las tradicionales. Eduardo tiene a su cargo el área encargada de instalar, reparar y brindar servicios a canales de TV y estaciones de FM. Además, como una empresa propia, Eduardo es propietario de seis estaciones de FM en Salta Capital y una red de 40 estaciones transmisoras distribuidas en todo el interior que conforman Cadena Máxima, la única cadena de radios con cobertura en toda la provincia.

“Nuestra empresa no tiene una imagen muy fuerte en el sector privado porque en los últimos años trabajamos mayormente con el sector público. Sin embargo, tenemos una cuota de clientes que entienden lo que se viene, y están invirtiendo en redes propias, por ejemplo, en barrios privados de la zona de San Lorenzo Chico”, agregó Mateo.

Para Eduardo, la incorporación de los hijos al negocio es motivo de enorme orgullo.

“Podían elegir lo que quisieran hacer, pero me encanta que hayan elegido estar aquí. Ellos cambiaron todo en la empresa”, reflexionó. Luego recordó que “el primero en llegar fue Mateo, recién recibido de ingeniero, quien hace unos 10 años arrancó con en la implementación de redes 3G. Después se sumó Mariano, que hoy es el responsable de las redes wireless (sin cables) y la tecnología FTTH. Y finalmente llegó Ornella, que es contadora y nos ayudó muchísimo, ¡sobre todo con los impuestos!”, exclamó entre risas.

Consultado sobre las claves del negocio, Mariano aseguró que “para lograr buenos resultados hay que trabajar en equipo. Hoy tenemos trabajando con nosotros dos ingenieros y un arquitecto que aportan su conocimiento para lograr los mejores resultados. ¡Y por supuesto la experiencia de mi papá, que comenzó trabajando con radiofrecuencia, pero conoce todo lo que siguió en la transición tecnológica!”.

También advirtió que en las comunicaciones “otra clave es la capacitación constante. Este es un rubro que cambia cada seis meses, y tenés que estar atentos a los cursos que ofrecen los proveedores. Esa es la mejor forma de conocer las nuevas tecnologías, para poder venderlas y trabajar codo a codo para que nuestros clientes las aprovechen”.

Al hablar del presente y el futuro del sector, Mariano planteó dos situaciones muy diferentes. “Nuestro sector quedó en una situación muy vulnerable por la crisis del dólar.

Muchos teníamos contratadas obras que se cotizaron a un valor y se terminaron con otro. Pero además, hay un parate de la obra pública que hace todo más difícil”, comentó.

Advirtió sin embargo que “si bien el presente es difícil, las perspectivas futuras son muy buenas, porque vamos hacia una provincia y una región cada vez más conectada. Por ejemplo, el despliegue de la Red Federal de Fibra Óptica genera muchas de necesidades de desarrollar redes y utilizar nueva infraestructura. Y nosotros vamos a estar allí para dar soluciones integrales de tecnología a quienes lo necesiten”.

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