AlPogo.com, cuyo fundador es Pablo Alexis Roberto fue el primer proyecto en subir al escenario .Este negocio busca vender entradas a recitales y eventos a través de un sistema de estadísticas y reconocimiento de clientes. El público segmentado es su fuerte característica. Ya tienen vendidas 5000 entradas y buscan una inversión de 200 mil dólares para desembarcar en Colombia, Chile, Paraguay y Panamá.
El jurado devolvió una mirada poco optimista frente al proyecto “alpogo.com” por no demostrar las ventajas de inversión y en qué se diferencia de la competencia. La pregunta de Juan Pablo Rabbat fué: ¿Por qué la inversión es en dólares y la ganancia en pesos?, y entre risas y bromas el concursante mostraba su claro nerviosismo.
Luciano Cesaroni presentó su proyecto destinado a llevar agua y energía a lugares de difícil acceso para personas en situación de outdoor. A fin de año se encontrarán con una plataforma de inversores colectivos en EE.UU. Pronto lanzarán la “Línea Solar 7 “ que es un cargador de bolsillo, por cada diez vendidos regalarán uno a personas con necesidad de dicho instrumento.
El proyecto de Cesaroni hizo dudar al jurado. En general las críticas fueron buenas, debido a que el producto es atractivo frente a los problemas que presenta el mundo actual en materia de energía. Se destacó la claridad de relato del producto, pero Lucas Salim remarcó que fué poco asertivo y claro, en cuestión de números y modelos de negocio.
La tercer finalista fue Agustina Gutiérrez, fundadora de “Tingua”, un proyecto destinado a vender experiencias de viajes. Amante de la cultura, la jóven Lic. en Relaciones Internacionales apostó por un relato conmovedor sobre su amor por la cultura y naturaleza.”La idea es no hacer lo típico de la zona de confort”, dijo. Busca expandirse a México y finalizó diciendo que no se puede seguir viajando sólo para sacar fotos.
La visión del jurado para con “Tingua” estuvo dividida. Un par estaban seguros de invertir en ese proyecto pero la otra mitad se negó. Entre las críticas negativas destacó el miedo a toparse con una experiencia que en vez de ser inolvidable se convierta en una “pesadilla”. La sala estalló de risa cuando Juan Manuel Lucero remarcó el título académico de Agustina obtenido en la UES21, haciendo referencia a que la participante quería ganarse al visto bueno de el Presidente de dicha casa de estudios.
Cesar Oliviera presentó su emprendimiento “Pecho frío”, que busca fabricar bolsitas de 1kg. de hielo y no las clásicas y molestas bolsas de 3kg. Bucan apuntar al packaging, con bolsas reutilizables con imágenes de futbolistas caricaturizados. El público al que apuntan son los jóvenes. Las críticas fueron representativas y uno de los jurados, entre risas, le respondió que su marca es sponsor del Club Talleres, y si llega a invertir en “Pecho Frío”, podría ser una decisión trágica.
Por último subió al escenario Emanuel Vilte presentando “Linguoo”, una app que busca ayudar a personas con disminución visual a través de lectura de la web por humanos. La app ya tiene más de 65 mil oyentes en todo el mundo. Las críticas recibidas fueron excelentes, debido al alto impacto que generó el pitch apelando a la emoción. (La madre de Emanuel es no vidente y fue esa situación lo que lo movilizó a desarrollar la app).
Consejos del Jurado Endeavor
Martín Frascaroli: “Los errores comunes son no ser realistas con los mercados. Hay que ver el real camino que nos espera”
Lucas Salim : “ Hay que tener armado siempre algo para cualquier público, hay que ser pitcheadores seriales “
Marcelo Cid: “Hay que preguntarse qué es lo que queremos lograr, saber para qué estamos hablando y hacer foco en el propósito”
Juan Carlos Rabbat: “ Frente a los malos presagios de los medios de comunicación, ver 1200 personas en esta sala apostando al emprendedorismo me llena el alma”
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