El sábado por la noche y el lunes un cronista de este medio hizo “trabajo de campo” en un local de Burger King en el Paseo Rivera y otro de McDonald’s en el Córdoba Shopping, respectivamente.
En ambos sitios hizo el mismo trabajo: se fijó qué compraban parejas adultas (mayores de 18 años) y se dio con una sorpresa.
De una veintena de parejas de este target que compraron un combo (un Big Mac con papas y gaseosas grandes cuesta $ 95, por caso) el 30% añadió una de las hamburguesas de oferta.
El “masomenómetro” demuestra que la hamburguesa barata es un complemento ideal para una salida “en modo ahorro”.
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