“Están dadas las condiciones para que haya (en los balances contables) ajuste por inflación, quizás inicialmente para las empresas que cotizan en la Bolsa u otras grandes”, sostuvo Carlos Lloveras, director de Auditoría de Deloitte Argentina, quien ayer junto a Luis Ballaratti (uno de los socios locales de la consultora) encabezaron un encuentro de capacitación de información contable y auditoría para periodistas.
De acuerdo a las normas, si en tres años los precios se incrementan más de un 100% hay que ajustar los activos de una empresa, un tema que durante el kirchnerismo pocos se animaron a plantear abiertamente pese a que esa prohibición distorcionaba su patrimonio lo que implicaba que la base donde se aplican las tasas impositivas fueran enormes.
En Córdoba, algunas lograron el aval judicial para poder realizar esos ajustes y evitar pagar injustamente al Fisco (Ver acá).
Capacitación a periodistas
En el encuentro realizado ayer en las oficinas de la firma (que en el país tiene 80 socios y oficinas en Buenos Aires, Córdoba y Mendoza), los especialistas detallaron a periodistas locales aspectos centrales de los Estados Financieros de una empresa: un Balance General (la foto); el Estado de Resultados (la película) y el Estado de evolución del Patrimonio Neto (la cuenta de los propietarios).
Además, se dejó en claro que el rol del auditor externo se refiere sólo a si los estados financieros fueron preparados de acuerdo a normas contables vigentes (ya sean argentinas o internacionales) en lo referido al reconocimiento, medición y exposición de sus activos, pasivos y transacciones. “No opinamos sobre la gestión: los auditores cotejamos la información con las normas vigentes y si se observan incertidumbres referidas a la continuidad de la empresa las expresamos en los informes”, señaló Ballaratti.
Un ejemplo de gran impacto mediático y político: Oil Combustibles
En tal sentido, uno de los ejemplos de información contable que tuvieron impacto en la prensa fue el caso de Oil Combustibles (cuyo dueño es Cristóbal López). Deloitte fue el auditor externo de los balances de esa firma, que financió la expansión del Grupo Indalo evitando pagar impuestos por cerca de $ 8.000 millones.
Ese apalancamiento se vio reflejado en el balance en la creciente deuda de Oil, pero estaba dentro de los parámetros legales ya que el monto del pasivo estaba dentro de planes de pagos avalados por la Afip. (NdR: el problema lo tiene Echegaray)
Sin embargo, el informe del auditor sobre los números de la compañía del empresario K daban cuenta de la situación y ponían en duda la continuidad de la firma:
“Es parte de un grupo económico en el que ciertas unidades de negocios financian a otras que se encuentran en una etapa inicial o de expansión de sus negocios. En consecuencia, la realización de los activos y la cancelación de los pasivos entre empresas del grupo está condicionada al cumplimiento de los planes de negocios de cada unidad. Estas circunstancias indican la existencia de una incertidumbre que puede generar duda sobre la capacidad de la entidad para continuar como empresa en funcionamiento". El auditor de Oil fue el propio Lloveras. (GL)
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