Iván Lasso, Manuel Padró, Matias “Chino” Nias, Juan “El Pelado”, Hernán Virgolini y Tomás Camps dividen sus días entre la facultad y su taller/local ubicado en Belgrano 763 (dentro de la Galería Casa Tomada). Empezaron con Koosh en 2013 y el año pasado se instalaron en Güemes.
“Decidimos abrir nuestro local porque el mercado óptico, por lo menos a nosotros, no nos ha recibido muy bien. Nosotros tenemos costos productivos caros. La mayoría del mercado óptico de Córdoba compra productos chinos baratos que los pueda vender mucho más caros. Los precios son muy inflados”, declara Tomás Camps, uno de los emprendedores a este medio.
Allí comparten sus pasiones (el diseño y la música), experimentan y crean diferentes modelos de anteojos.
Utilizan materiales como madera, aluminio, discos de vinilo, impresión 3D y piedra. Y los hacen de manera artesanal, sí a mano (en un hora y media un marco pasa por 8 manos y está listo para la venta). A futuro piensan incorporar un material que se realiza con bolsas recicladas.
Los valores de los lentes arrancan en los $ 2.500 y una edición limitada puede costar alrededor de $ 7.000.
Un línea solidaria
Por las vueltas de la vida hicieron que el año pasado conocieran a Ndaba Mandela -uno de los nietos de Nelson Mandela- que estuvo en Córdoba para la Cumbre Verde. Le diseñaron un par de anteojos (como obsequio) y establecieron una relación que tuvo un fin solidario. Con el permiso de Ndaba Mandela elaboraron una edición especial llamada Mandela. US$ 30 del valor de cada lente que se comercializa es destinado a la Fundación Somos del Mundo para construir 4 aulas en Mozambique.
¿Los planes a futuro?
“Mejorar la capacidad productiva, mejorar la calidad y poder llegar a exportar”, anticipa Camps.
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