“Ser creativo es cuando uno aporta algo nuevo y valioso a alguien”, con esta frase Kastika dio inicio a una charla donde ahondó en esta temática y ofreció muy buenos consejos para emprender un proyecto propio. En ese sentido recomienda que -para arrancar- lo primero es saber ¿quién soy y a quién conozco? y para impulsar un proyecto el primer paso es hacer “la lista de los 30”.
Esto significa generar un círculo, una lista de 30 que puedan ayudar a potenciar el proyecto. “Arrancar con lo que se tenga, pero siempre confiando en que soy bueno en lo que hago, persistir en la idea y darle una trayectoria en el tiempo”, agrega.
Además explicó la importancia de “vender experiencias” a los consumidores; recomienda que para emprender hay que ser flexible, tener la cabeza abierta para poder modificar el proyecto sobre la marcha, y por sobretodo, ofrecer a la gente ese “plus” que es la experiencia. “Los consumidores se enamoran de una marca cuando éstas le venden una experiencia de vida, por eso es que es muy importante entender cómo piensan los consumidores, testear mis productos con mi círculo”, aconseja Kastika.
En esa misma línea, habló de la importancia de las redes sociales porque “sirven para potenciar el proyecto y en muchos casos termina siendo la mejor publicidad que existe”.
“Uno siempre cree que está todo inventado, pero existen muy buenas ideas e ideas no tan buenas que pegan en la gente”. En relación a esto comentó la importancia de sumar conocimientos, para nutrirse de otros campos de estudio que pueden darle un giro a los proyectos.
La transparencia fue otro de los puntos en el recorrido: “mostrar lo bueno y lo malo del producto puede ser un punto a favor, un rasgo que los consumidores pueden ver como una virtud”. A lo largo de toda la conferencia dió ejemplos de marcas que hicieron de algunos de estos tips, el fundamento de sus campañas como el caso de la marca de ropa de montaña “Patagonia” que tiene valores ambientalistas muy fuertes y en sus campañas tiende a contar lo bueno y lo malo de sus componentes.
“La innovación puede venir de la interacción de distintos actores y sectores. No sólo del sector empresario como podía pensarse décadas atrás”. “Las personas que sienten un interés genuino por una actividad son privilegiadas. Puede ser un oficio, una profesión, un emprendimiento y hasta un hobby. Lo importante es que este interés genuino nos organice, nos desafíe, nos mantenga atentos, nos permita actuar en una dirección”, afirmó el especialista.