La CAC propone las siguientes medidas para las empresas sometidas al cierre:
- Los cheques depositados los días 18 y 19 de marzo de 2020 sean devueltos con la leyenda de negociación con el librador cuando se reanude la actividad.
- Establecer la refinanciación de las obligaciones bancarias de cualquier tipo con un plazo de gracia de 60 días contados a partir del reinicio de actividades y un mínimo de 6 cuotas sin interés.
- Actualizar los cupos de crédito otorgados, de acuerdo a la inflación ocurrida desde su emisión hasta el mes de marzo 2020 inclusive.
- Establecer una línea de crédito para pago de salarios con acreditación bancaria a tasa cero con plazo de gracia y cuotas sin interés.
“Sabemos que las medidas que se proponen pueden llegar a suponer problemas monetarios y fiscales, pero de la misma manera que apoyamos las medidas de excepción adoptadas, preferimos empresas en gestión y empleo conservado a empresas cerradas”, señalan desde la entidad.
Desde la Cámara explican que el grupo de empresas que comercializa alimentos, productos de higiene y salud funciona con cierta normalidad, y en relación al él se ha determinado la reapertura del clearing y otras medidas para posibilitar la continuidad de la cadena de pagos. Pero por otro lado, están los comercios que se encuentran cerrados y sin flujos de fondos y que representa aproximadamente el 70% de las unidades económicas del sector.
Para tener una idea clara de la magnitud de lo involucrado, se estima en 2.500.000 empleos formales son los comprendidos en este universo. Cómo es fácil comprender, la condonación de multas y la dispensa del régimen de inhabilitación no resuelven el corte de la cadena de pagos de este enorme número de empresas, pymes y no pymes.
Es por ello que desde CAC observan que la carencia absoluta de liquidez, el rechazo de cheques diferido, las obligaciones comerciales, laborales y financieras imposibles de afrontar van a generar el colapso de estas empresas y serios problemas con el empleo.