Más allá de las vidriosas negociaciones por el envío de las vacunas de Sinopharm que Alberto Fernández y Xi Jinping están definiendo en estos días de pandemia, la Argentina y China trabajan en paralelo en un ambicioso plan a mediano plazo para instrumentar 15 proyectos concretos de inversión china en materia de infraestructura, energía y transporte que alcanzaría a unos 30.000 millones de dólares.
Se trata de una de las mayores apuestas del Gobierno en materia de acuerdos económicos y comerciales internacionales previstos para la post pandemia. El listado de proyectos de inversión que la Argentina quiere darle prioridad empezaron a tomar forma concreta en los últimos días y se discuten en el ámbito del Diálogo Estratégico para la Cooperación y Coordinación Económica (DECCE), un espacio donde convergen diplomáticos, ministros y los máximos referentes del politburó comunista.
La Argentina y China, bajo el mandato de Cristina Kirchner sellaron una "alianza estratégica integral", que en términos de la diplomacia china es un escalafón superior a cualquier acuerdo básico que pueda existir entre países. Y ahora Alberto Fernández, acechado por la falta de dólares y la crisis económica que deja la pandemia, quiere reforzar esta alianza estratégica con inversiones de Beijing.
El ministro de Producción, Matías Kulfas, informó que "hay más de 20 proyectos relacionados con la energía y la infraestructura que se están negociando" con China. Las expresiones del ministro quedaron registradas en una videoconferencia que compartió la semana pasada con miembros de la Academia China de Ciencias Sociales, un estamento similar al Conicet, donde se debatió el alcance de las relaciones bilaterales en un seminario sobre "Cooperación económica en un mundo cambiante".
Según explicaron a El Cronista tanto en la Casa Rosada como en la Cancillería los proyectos en condiciones de avanzar de inmediato por parte de la administración de Xi Jinping son unos 15 planes y contemplan un desembolso global de unos 30.000 millones de dólares.
La intención de avanzar cuanto antes en la concreción de buena parte de estos proyectos tiene una razón de ser: Alberto Fernández tiene planeado para mayo una visita de Estado a China donde espera firmar los planes más relevantes de las relaciones bilaterales (ver aparte).
Tanto el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz; el ministro de Economía, Martín Guzmán, como Kulfas y el flamante embajador argentino en China que tiene línea directa con Cristina Kirchner, Sabino Vaca Narvaja, son los encargados de llevar adelante las negociaciones con Beijing. El canciller Felipe Solá está casi al margen de estas negociaciones.
En el listado de proyectos que la Argentina quiere dar prioridad para las inversiones chinas figura el plan de rehabilitación del sistema Ferroviario San Martin; mejoras en la línea del Ferrocarril Roca, obras de infraestructura en el sistema del Mitre y el Urquiza; la redefinición de la red ferroviaria Belgrano Cargas 6 que es un viejo proyecto de los chinos para agilizar el transporte de soja del interior de la Argentina a Buenos Aires y la incorporación de material rodante de pasajeros en diferentes líneas.
Un capítulo aparte en los proyectos de inversión de China es la construcción de la central Nuclear IV. Este proyecto de instalación de reactores nucleares en Campana con tecnología estrictamente china empezó a moldearse en el último año del gobierno de Cristina. La propuesta original tenía un costo de u$s 12.000 millones pero en el 2016, cuando llegó Mauricio Macri al poder y tras arduas negociaciones, se logró reducir a un préstamo blando de u$s 9000 millones. Luego vino la derrota de Macri y con la llegada de Alberto Fernández a la Casa Rosada ahora China volvió a debatir el tema en el ámbito de la secretaría de Energía que conduce Darío Martínez.
Esta iniciativa dejará afuera la tecnología canadiense CANDU que históricamente utilizó la Argentina para sus centrales nucleares.
En la carpeta de inversiones chinas también figura el mega proyecto de instalación de granjas porcinas inteligentes. Según cálculos de la Cancillería esas inversiones podrían llegar más de 3800 millones de dólares durante los próximos cuatro años para incrementar en 882.000 toneladas la producción de carne y generar exportaciones por u$s 2500 millones.
En su conversatorio con los funcionarios chinos Kulfas sostuvo la necesidad de profundizar las relaciones entre Argentina y China. Para que no quedaran dudas de las intenciones de la Argentina en esta nueva etapa de la relación estratégica integral el ministro de Producción dijo sin vueltas: "Desde el año 2000 la cooperación con China significó el ingreso de 25.000 millones de dólares. Esto significó la creación de más de 20.000 puestos de trabajo". Y el camino de las relaciones seguirá en este sentido.
El comercio bilateral entre ambos países pasó de u$s 2000 millones en el 2000 a u$s 16.300 millones en 2019, con exportaciones argentinas por u$s 7000 millones, lo que representa el 10,8% del total de ventas al exterior de nuestro país, e importaciones por u$s 9000 millones. El Gobierno quiere potenciar esto a toda costa.
Además, para las empresas argentinas estos acuerdos conllevan a una demanda china de productos de diferentes rubros, como vinos y lácteos. También está en la lista de inversiones chinas el rubro minería, especialmente en cobre y litio en el norte argentino. Para esto, Kulfas adelantó a Beijing que el Gobierno prepara un proyecto de ley de electromovilidad, que significará una plataforma más para la cooperación.
En el listado de los 15 proyectos de inversión china en la Argentina también se suman la construcción de la planta Hidroeléctrica El Tambolar y la de Chihuido en Neuquén a la vez que la hidroeléctrica Potrero del Clavillo. También figura la instalación de una estación de Energía Fotovoltaica de Jujuy Cauchari que podría convertirse en el más grande de Sudamérica en su tipo, que incluye más de 1.180.000 paneles solares ubicados a 4020 metros sobre el nivel del mar, construido por Power China y Shanghai Electric.
El presidente de la sección Shanghai de la Academia China de Ciencias Sociales, Dezhong Wang, trazó una evaluación de las relaciones entre ambos países en su videoconferencia con Kulfas. Recordó las obras con inversión china realizadas en las represas Néstor Kirchner-Jorge Cepernic para el aprovechamiento hidroeléctrico de Santa Cruz que está siendo construido por un consorcio que integra Gezhouba Group Company Limited.
"Todas estas obras señalan un camino de cooperación que sería muy positivo profundizar ante los desafíos para el desarrollo económico y social que ha impuesto la pandemia", dijo Wang a modo de cierre.
En relación a los proyectos de aprovechamiento de la energía eólica se contempla la inversión en el Parque Eolico "Cerro Arauco" de La Rioja, la estación Hidroeléctrica "Los Blancos"; el dragado del Rio El Salado y la transmisión eléctrica del complejo Hidroeléctrico Condor Cliff-La Barrancosa.
Desde el punto de vista de inversiones en energía también China y la Argentina avanzaron en acuerdos para la construcción de un Polo Energético Zarate (Gas) y desarrollo de gasoductos en Vaca Muerta.
Por separado, en la minuta de temas en carpeta se contaron la realización de un acueducto y plantas potabilizadoras; la remodelación del puente Chaco-Corrientes; corredores Viales y del desarrollo de un polo logístico de envergadura en Tierra del Fuego que el gobernador Gustavo Melella está cerrando aceleradamente con el aval de la Casa Rosada.
Hacia adelante, el gobierno chino confía llevar adelante en la Argentina el mayor sueño de Xi Jinping: desembarcar con Huawei para el desarrollo de tecnología 5G en las telecomunicaciones y competir abiertamente en América latina con Estados Unidos.