Pese al persistente aumento de contagios de coronavirus, muchos se ilusionaban con vacacionar en Uruguay. Mientras el país vecino preparaba un plan para recibir a turistas, los argentinos reservaban para congelar el precio de su estadía.
Aunque todavía era una incógnita si se podría veranear, en los últimos tres meses subió hasta un 50% la demanda de alojamientos del otro lado del "charco" para diciembre, enero y febrero, con Punta del Este a la cabeza, aunque otros destinos como Colonia, Piriápolis, Cabo Polonio y Montevideo también fueron requeridos.
Pero este verano será inédito para Uruguay. Su presidente confirmó que no habrá temporada turística y aseguró que se restringirán las fronteras. Luis Lacalle Pou no quiere perder las riendas del control de la pandemia en su país, que suma más de 2700 casos positivos y 53 fallecimientos, y que ocurra lo que pasó en Europa, donde hubo un rebrote tras la temporada estival.
Todo sigue como hasta ahora. "Las fronteras van a estar cerradas, salvo las excepciones que ya se conocen y quizás alguna más", declaró en conferencia de prensa. "Es una decisión que muchos no compartirán. La estiramos y la comunicamos con pena y tristeza", señaló, y apuntó: "Los que ingresen al país y no respeten la cuarentena serán llevados a la Justicia".
Quienes pensaban descansar en sus playas deberán rehacer sus planes. ¿Qué pasa con los pasajes de barco, las reservas en alojamientos y los alquileres de propiedades que ya se efectuaron? Los operadores turísticos evalúan qué determinación tomar, pero otros ya definieron su postura.
En Buquebus, la política de cancelación varía de acuerdo a las condiciones de cada tícket. Los que fueron comprados con promociones y quedaban exceptuados de devoluciones, no tienen reintegro. Los que se adquirieron con flexibilidad podrán ser reprogramados.
En Despegar, el plazo máximo de devolución de los productos no aéreos es de 45 días a partir del momento en el que se solicita la cancelación. "Trabajamos en mejorar la política de devolución para que el cliente recupere su inversión en un menor tiempo al previsto inicialmente y por el 100% del monto", afirma Paula Cristi, gerente General de Despegar para la Argentina y Uruguay.
"En los alojamientos que son no reembolsables, gestionamos con el proveedor del servicio un voucher por el total del valor", amplía Cristi, y resalta que también existe la posibilidad de dejar abierta la reserva para más adelante. Despegar ofrece una sección especial en su sitio web que se actualiza de forma constante y contiene una guía con las consultas más frecuentes.
"En los servicios afectados, se procede con la devolución, pero depende de la política de cancelación de cada proveedor. Los hoteles flexibilizaron sus condiciones de reservas y nuestros productos Flex! y Súper Flex! permiten cancelación sin cargo", comenta Horacio Canavesi, Assisted Sales Clan Manager de AlMundo.
La agencia extendió sus canales de atención. "Ampliamos el horario de 7 a 24 horas por teléfono y los clientes se pueden contactar por Whatsapp o redes sociales", detalla.
En Booking.com, los viajeros que contrataron el servicio con cancelación gratuita pueden cancelar la reserva ingresando a la plataforma. De lo contrario, deberán contactarse con el servicio de atención del sitio.
La mayoría de las inmobiliarias harán reintegros. "Los pocos contratos que hicimos estaban sujetos a una cláusula que ofrece la devolución del dinero y anula el alquiler", dice Gustavo Pereira, titular de la comercializadora uruguaya Amarras, y agrega que la mayor demanda este año provino de uruguayos. "El turismo argentino quedará postergado", ratifica.
La inmobiliaria Casas en el Este se anticipó a esta situación y no cerró contrataciones con argentinos por la incertidumbre. "Decidimos no tomar reservas hasta que no hubiera una definición para evitar inconvenientes. Aunque recibimos muchas consultas, las de argentinos venían un 50% por debajo que el año pasado", dice Baltasar Urrestarazu, director de Casas en el Este, y aclara que esperan una buena temporada de turismo interno.
"Los uruguayos gastan u$s 1.200.000 en viajes al extranjero en el verano. Gran parte de este monto se volcará a la industria local. Tenemos una alta ocupación y el tiempo de estadía promedio se triplicó. Generalmente, el alquiler era por cinco días. Ahora, es por quince", indica.
Quiénes quedan exceptuados del cierre de las fronteras
El 24 de marzo, el Poder Ejecutivo de Uruguay emitió un decreto donde estableció el cierre de fronteras y dispuso excepciones. El texto fue modificado el 2 de junio pasado, cuando se flexibilizó el ingreso para reencuentros familiares que lo ameriten y visitas transitorias con fines laborales.
Desde ese momento, pueden entrar al país extranjeros residentes en él, brasileños que ingresen por la frontera Uruguay-Brasil y permanezcan en la ciudad fronteriza, tripulaciones de aeronaves y buques, choferes del transporte internacional (de mercaderías, correspondencia, insumos y ayuda humanitaria y sanitaria) y diplomáticos acreditados ante el gobierno uruguayo u organismos extranjeros con sede en el país.
Se permiten ingresos transitorios con fines laborales, económicos, empresariales o judiciales, fundados en razones de "necesidad impostergable".
También se contemplan situaciones debidamente justificadas de reunificación familiar (con padres, cónyuges, concubinos, hijos menores o mayores con discapacidad) o humanitarias, gestionadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores ante la Dirección Nacional de Migración.
En 2019, el país recibió 3.220.602 visitantes, de los cuales 1.744.643 fueron argentinos, con un gasto per cápita de u$s 544,6, según la cartera de Turismo uruguaya.