Si bien fueron despejados los abultados vencimientos de la deuda externa con privados, el Gobierno este año afrontará importantes obligaciones de pago por más de u$s 10.000 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI), el Club de París y otros organismos multilaterales.
En un contexto de escasez de reservas internacionales en el Banco Central (BCRA) a pesar de la acumulación de las últimas semanas, se trata de una cifra exigente y por ello la idea del Gobierno es reprogramar o renegociar una parte importante.
En total, son u$s 10.013 millones que expiran en el año, con los mayores desafíos en mayo (u$s 2930 millones), en septiembre (u$s 2205 millones) y en diciembre (u$s 2035 millones). El primero está explicado por el vencimiento de más de u$s 2400 millones con el Club de París, mientras que en los otros dos meses operan pagos de capital al Fondo, todas obligaciones que el Gobierno prevé reprogramar.
En primer lugar, la idea de Economía es llegar a un acuerdo con el FMI entre marzo y abril, con lo que pueda reprogramarse el pago de capital que ronda los u$s 3735 millones, entre los vencimientos de septiembre y de diciembre. Es que la reprogramación es el objetivo principal del Gobierno dado que entre 2022 y 2024 Argentina deberá devolver más de u$s 40.000 millones, por lo que la intención es una postergación de cuatro años.
En tanto, los intereses trimestrales que deben abonarse al organismo que preside Kristalina Georgieva en febrero, mayo, agosto y noviembre sí se abonarán en tiempo y forma, oscilan entre los u$s 290 millones y los u$s 390 millones, financiados con los desembolsos de otros organismos multilaterales como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el CAF y el Banco Mundial (BM) entre otros.
De hecho, el Gobierno ya está en conversaciones con estas entidades y otras menores para captar préstamos por u$s 5000 millones en 2021, lo que le permitiría afrontar la mitad de las obligaciones en moneda extranjera.
Pero además de dotar de credibilidad al rumbo económico del Gobierno y de desembarazarlo de importantes obligaciones de pago, el acuerdo con el Fondo le permitiría a Argentina sentarse a negociar con los acreedores del Club de París, a los que se les debe pagar más de u$s 2400 millones.
Un programa firmado con el FMI es requisito fundamental que exige el Club de París, debido al seguimiento de variables macroeconómicas y de crecimiento que asegura la tutela del principal organismo de crédito a nivel global.
El vencimiento es a comienzos de mayo, por lo que durante el quinto mes del año transcurirrá el plazo de gracia para pagar. No honrar esta obligación traería aparejadas nuevas cargas sobre la deuda en concepto de intereses y punitorios, además de renovar las tensiones sobre los bonos argentinos del exterior y en el endeble frente cambiario.
En tanto, prácticamente no hay acreencias con bonistas del sector privado, debido a la reestructuración de la deuda externa, mientras que a nivel local también se canjearon la mayor parte de las letras del Tesoro y los bonos en dólares por títulos a más largo plazo, como son los bonos step up con maduraciones que van de 2030 a 2041 y que descomprimieron el perfil de vencimientos de corto plazo.
Por otro lado, sí expiran letras intransferibles que posee el Banco Central, como la de u$s 2121 millones que vence en marzo, pero está previsto que el Gobierno pueda renovar los vencimientos sin complicaciones, tal como ocurrió con el de u$s 7500 millones que operó en enero.