En busca de acelerar el ingreso de dólares en un contexto de incertidumbre, el Gobierno anunció una reducción transitoria de las retenciones a las exportaciones de soja en grano y sus derivados por 90 días que se revertirá gradualmente mes a mes hasta una convergencia en enero de 2021.
Se trata de una de las medidas destacadas del paquete comunicado por los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Agroindustria, Luis Basterra. Además de buscar un incentivo adicional a la exportación, con menor carga cuanto más corto el plazo, apunta a un esquema donde la exportación de granos quede, tras la convergencia, con una alícuota mayor que los productos derivados.
También se adelantaron bajas en las retenciones y aumentos de reintegros para las exportaciones industriales, que fueron celebradas por varios rubros del segmento (como jugueterías y los textiles, que compiten con importaciones) y una contracción de la carga sobre la minería.
En cambio, en el agro las reacciones no fueron positivas, dado que las versiones previas al anuncio tenían incorporado un esquema más generoso de bajas para los exportadores que ya no habían sido bien acogidas por las entidades rurales.
De esta manera, los derechos de exportación sobre los granos de oleaginosa bajarán de 33% al 30% en octubre, pero subirán a 31,5% en noviembre, al 32% en diciembre y convergerán a un 33% en enero de 2021.
Por su parte, la imposición sobre los derivados de soja, como el aceite o la harina que actualmente también gravados en 33%, bajarán a 27% este mes y ascenderán al 28% en noviembre y al 29% en diciembre, con una convergencia al 30% en enero, tres puntos porcentuales menos que los granos de soja.
La carga sobre el biodiésel tendrá una trayectoria similar. Actualmente en 30%, disminuirá al 26% en octubre y comenzará un incremento de un punto por mes hasta quedar en 29% desde enero.
No habrá retoques en las retenciones para otros productos del agro, tales como el trigo o el maíz, que continuarán con alícuotas de 12%.
Además, se anunció un programa de compensación progresiva a pequeños productores de granos soja de todo el país, con sumas inversamente proporcionales a su competitividad que, estiman, totalizarán unos $ 11.550 millones. Así, los asentados en las zonas más alejadas de los puertos o de las mejores zonas climáticas recibirán mayores fondos.
Por otro lado, Guzmán anunció también una baja para las retenciones a la minería. En rigor, es la reglamentación de una parte del artículo 52 de la Ley de Solidaridad sancionada en diciembre, que estipula una reducción del tope de los derechos de exportación para el sector de 12% a 8%.
No obstante, no se aplicará para todos los productos que abarca la norma, sino solo para las exportaciones de metales.