El endurecimiento del cepo a las importaciones, una medida que el Gobierno utiliza para frenar la partida de dólares y equilibrar la balanza comercial, le juega una mala pasada al sector productivo que necesita divisas para comprar insumos, piezas y partes en el exterior.
Frente al incremento de las restricciones que dispuso el Gobierno para reducir las compras en el exterior y que la Secretaria de Comercio, que conduce Matías Tombolini, ajustará, la Fundación Observatorio Pyme (FOP) advirtió que en el conjunto de pymes manufactureras que son importadoras directas, ya se estima una caída promedio del 13% de la producción.
El dato surge del relevamiento trimestral que realizan los economistas de FOP entre las empresas del sector de manufactura, software y servicios informáticos.
Respecto a la relación entre los precios manufactureros y el tipo de cambio indicaron que "evolucionaban a mitad de camino entre el dólar oficial y el paralelo hasta el primer trimestre del año, pero aceleraron en el segundo, acercándose al MEP. El tipo de cambio oficial está rezagado también en términos de los precios industriales Pyme".
Al analizar las relaciones sectoriales con proveedores internacionales, la encuesta mostró que los sectores más demandantes de insumos del exterior son; maquinaria y equipo. aparatos eléctricos, electrónicos e instrumentos de precisión y autopartes, mientras que alimentos y bebidas, productos de madera y vidrio y cerámica, presentan menor vinculación.
Además advirtieron que se mantiene la restricción en la oferta productiva, relativamente más afectada por las dificultades para importar bienes e insumos intermedios y señalaron que "la restricción puede presionar los precios al alza".
Bien necesarios
Se estima que cerca del 80 % de las importaciones en la Argentina están destinadas a la producción, sin embargo, el alza de los precios de la energía por la crisis global disparó la demanda de dólares y obligó a limitar el resto de las compras; sólo en julio, el rubro combustibles y lubricantes creció 156,6% interanual y se llevó casi u$S 2.000 millones.
En el detalle de importaciones que informó ayer el Indec, todos los rubros mostraron crecimiento interanual pero mucho más moderado que la energía.
En el caso de los productos vinculados a una actividad productiva, vehículos automotores de pasajeros aumentó 54% con una demanda de u$s 191 millones; piezas y accesorios para bienes de capital 32,8% con u$s 1.378 millones; bienes de capital 29,9% con u$s 1,107 millones y bienes intermedios 25,8%, u$s 3.141 millones.
En tanto, los bienes de consumo y resto -que agrupa a los envíos a través de servicios postales-, crecieron 23,3% y 5,6%, representando menos de u$s 800 millones.
La exhaustiva administración de las importaciones, que apunta a equilibrar las finanzas internas también puede repercutir de forma negativa en las exportaciones, una consecuencia "por momentos inadvertida", describe un trabajo de Ecolatina que remarca que en cada dólar que exporta la Argentina hay 11 centavos de contenido importado.
"Para sostener las ventas hacia el resto del mundo el país necesita aumentar las importaciones de insumos requeridos para la producción de bienes y servicios", señala el informe.
En paralelo, ante el incremento de la brecha cambiaria proliferan maniobras irregulares en el comercio exterior, como la subfacturación de exportaciones y la sobrefacturación de importaciones que representan pérdida de dólares para el Banco Central.
Desde la Aduana se intensificaron los controles para evitar fraudes, incluso se realizó una denuncia ante la Justicia de Estados Unidos por presunto contrabando y lavado de activos.