La política está en shock. El anuncio de Cristina Kirchner de entronizar a Alberto Fernández como candidato a presidente e ir ella como vice sacudió el tablero político y abrió un gran interrogante en torno a qué pasará ahora en la ancha avenida del medio frente a este nuevo escenario electoral. La movida de CFK se produjo justo después de que el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, convocara para pasado mañana una reunión en el territorio porteño para lanzar una gran coalición electoral con Sergio Massa, Juan Urtubey, Miguel Pichetto y Roberto Lavagna con el objetivo de romper la grieta. ¿Puede ese espacio ahora frente al nuevo escenario perder en el camino a uno de sus máximos referentes, es decir, a Massa? Sin demasiadas certezas por ahora, de lo que no hay duda es que la inesperada decisión de CFK obliga a la tercera vía a recalcular o a acelerar su estrategia.
Tras la sorpresa inicial, Massa destacó su "respeto" a Alberto F. y aseguró que "la etapa que viene necesitará mucho diálogo y me van a encontrar en ese camino". No obstante, ratificó que mantiene en firme su postulación: "Soy más candidato que nunca". El próximo jueves 30 de mayo se realizará el congreso del Frente Renovador, donde la fuerza liderada por el tigrense definirá su estrategia para las elecciones.
La disposición al diálogo de Massa, que viene siendo tentado insistentemente por el kirchnerismo a dar el salto, contrastó con el mensaje que dejaron trascender cerca de Schiaretti: "No opinamos sobre las decisiones de otra fuerza política. Estamos trabajando en la construcción de una Alternativa Federal y esta construcción va a tener una representación es las próximas elecciones presidenciales". El mensaje es claro: ese sector no está interesado en un acuerdo con el kirchnerismo.
Roberto Lavagna repitió la misma consigna ayer. "El anuncio (de CFK) ratifica la necesidad de un centro progresista", indicó el ex ministro y prometió: "No nos vamos a dejar arrastrar por ninguno de los dos extremos de la grieta". Y cerró: "Veo una gran demanda por salir de esos dos extremos y ofrecer al país algo equilibrado, con menos bronca y odio y más ideas para poner en marcha el país que, con estos dos extremos, lleva ocho años de estancamiento absoluto".
La misma postura que Lavagna esto es, no dialogar con Cristina- tiene el gobernador Urtubey. "Unos y otros (en referencia al macrismo y al kirchnerismo) nos han dejado como estamos: mal, muy mal. La única fórmula que necesita la Argentina es dejar atrás el pasado, es devolvernos un presente, es construir futuro y no prometerlo", indicó.
El rechazo de Schiaretti, Lavagna y Urtubey a abrir un espacio de diálogo con el kirchnerismo se contrapuso con la opinión de la mayoría de los gobernadores del PJ que, apenas horas después del anunció de Cristina, celebraron la nominación de Alberto F. y coincidieron en renovar el reclamo para unificar a todos los sectores del peronismo con vistas a enfrentar a Cambiemos en las próximas elecciones (Ver aparte). Esa posición abrió ciertas dudas sobre la presencia de esos mandatarios provinciales en el encuentro convocado por Schiaretti y la estrategia que definitivamente emprenderán de cara a la definición de las candidaturas de la oposición.