La política de administración del comercio que lleva adelante el Gobierno está dando resultados, si por ello se entiende el sostenimiento del superávit comercial.
Según los datos de octubre, difundidos ayer por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el saldo de la balanza comercial tuvo un superávit de u$s 612 millones, hilvanando así 26 meses consecutivos con resultado positivo.
Esto pese a la persistente depreciación del peso, por la política de mini devaluación del tipo de cambio oficial (crawling peg) y la ampliación de la brecha cambiaria desde mediados de septiembre, que impulsó a los importadores a anticipar todo lo posible sus compras.
De este modo, en el acumulado de los primeros diez meses del año el superávit de la balanza comercial trepó a u$s 12.171 millones.
Sin embargo, es notorio el cambio de tendencia a partir de septiembre, cuando los u$s 1400/1500 millones de superávit registrados hasta agosto pasaron a u$s 582 millones en septiembre y u$s 612 el mes pasado.
Un análisis de la consultora ACM explica que en octubre "se pudo observar una variación levemente negativa de las importaciones, desacelerándose un -1,8% mes contra mes (desestacionalizado), producto de endurecimientos en los controles y cupos informativos para el pago de las importaciones".
"Una brecha cambiaria, aún en niveles muy altos, continúa motivando el adelantamiento de importaciones, ante un dólar que se percibe como muy barato", sostiene la consultora LCG, explicando el detrás de escena de la política oficial en comercio exterior.
Por su parte, las exportaciones en octubre alcanzaron los u$s 4616 millones, una contracción de 21,6% respecto del mismo mes de 2019, mientras que las importaciones llegaron a u$s 4004 millones, una baja de 2,8% interanual. Esto se dio en un escenario de menos volumen exportado pero mejora de precios en ciertos productos.
Un informe de Abeceb atribuye el desempeño de las exportaciones a una fuerte caída en productos primarios (semillas y oleaginosos) a China y bienes de origen industrial por menor demanda de Brasil, Suiza y NAFTA. En este contexto, "manufacturas de origen agropecuario es el rubro con mejor desempeño relativo, con fuerte incremento en grasas y aceites", precisó.
Mientras las exportaciones de productos primarios se contrajeron 34,4% interanual, las manufacturas industriales lo hicieron 23,7%, y los combustibles cayeron 56,7%.
Las buenas noticias vienen por el lado de productos agroindustriales, que aun retrocediendo 4,2%, muestran un interesante dinamismo en el contexto de retroceso del comercio global.