Las agencias de viajes cerrarán, en pocos días, uno de sus peores años en ventas, como consecuencia de la devaluación de los últimos dos años. Este año, la caída de la facturación en dólares por venta de pasajes será de 24%, rojo que se suma al 22% de caída que habían tenido en 2018.
Sin embargo, por tercera vez en el año (después de la noche de las PASO y ante las elecciones de octubre), las mayores agencias vieron aumentar en forma abrupta sus ventas por pocos días, ante la expectativa de un encarecimiento de los viajes al exterior: el sábado, cuando trascendió el rumor de un nuevo impuesto a gastos en dólares con tarjetas y a pasajes, empezaron a registrar un alza en la compra de hoteles y de servicios en destinos del extranjero.
Desde el domingo, cuando el rumor se confirmó, triplicaron sus ventas frente a un día normal, ante la expectativa de que, en pocos días más, se fije una medida que grave con un 30% los consumos en el exterior.
"Aún no está claro cómo se aplicará la medida, si a gastos con tarjeta o, también, a los pasajes aéreos. Pero el sábado notamos un aumento en la compra de noches de hoteles, de gente que ya tenía su pasaje y le restaba contratar servicios. El domingo se triplicaron las ventas en general frente a un día similar. Es una anticipación de las compras, para viajar en marzo o abril", explicó Martín Romano, gerente general de Atrápalo.
Desde Avantrip, explicaron que "el sábado se vendió un 40% más que un día similar, más que nada, servicios terrestres al exterior para completar viajes. Pero el domingo y hoy (por el lunes), vendemos tres veces más que un día normal, en este caso, de viajes nuevos, con aéreos", explicó Joaquín Pérez Aguirre, gerente senior de Avantrip y Quiero Viajes (Bibam).
Desde Almundo, admitieron que hubo alza en las ventas. Pero destacaron su preocupación por el próximo tributo, ya que la mayor demanda de unos pocos días no compensa la baja posterior. "Hay mucha incertidumbre ante un dólar muy alto. El cliente no sabe a qué dólar va a viajar. La industria está muy deprimida. Cayó cerca de un 50% en los últimos dos años. El impuesto sería pegarle muy fuerte a una industria ya muy lastimada, con empresas que generan empleo en el país. Hay más preocupación que alegría por las ventas del fin de semana", destacó Francisco Vigo, director general de Almundo Argentina.
Este año el sector cerrará con 24% de caída frente a 2018 pero de 42% contra 2017, según datos de facturación en dólares por venta de pasajes, que sirven para medir el negocio de las agencias. Contra 2015, el derrumbe llega al 52%. Y aseguran que un alza en el mercado doméstico no compensa la fuerte baja al exterior.
Faevyt, que agrupa a agencias, mostró su preocupación por el posible impuesto, que llevaría a una "importante caída en las ventas" e implicaría una "reducción del plantel laboral" y, "en algunos casos, la continuidad de muchos negocios", según Gustavo Hani, su presidente. Y alertó su impacto en las aéreas, que reducirían asientos por la menor demanda, algo que afectaría al turismo receptivo, esto es, al ingreso de extranjeros.
De hecho, Jurca, que nuclea a las aéreas, advirtió ayer que los operadores aerocomerciales suelen "adaptar su capacidad rápidamente a estos cambios". En este último trimestre, se redujo 10,7% la cantidad de asientos internacionales al país frente a 2018 y el nuevo impuesto puede llevar "a reducir el tamaño de las aeronaves o la cantidad de frecuencias", lo que impactaría no sólo en el arribo de visitantes extranjeros; también, en el transporte de cargas.