Es el lado B de la guerra. El costo económico del conflicto que muchos empresarios argentinos están sufriendo con cada bomba que estalla entre Rusia y Ucrania tiene una cara visible: más de 400 compañías radicadas en Argentina padecen graves problemas para comercializar en estos días con Moscú y muchas de ellas corren peligro de quebrar sus negocios.
Según un informe especial de la Cámara de Comercio e Industria Argentino-Rusa al que accedió El Cronista, entre las sanciones económicas aplicadas por la Unión Europea, Estados Unidos y Japón, sumado a los inconvenientes que tiene la administración de Vladimir Putin, la caída del comercio de Argentina con Rusia en medio de la guerra es abismal y tiene final incierto.
"Ahora que Rusia pasó a ser un paria a nivel mundial por sus ataques a Ucrania nadie quiere comercializar con Moscú y los negocios se caen a cada minuto", dijo con tono de desesperación Matías García Tuñón, coordinador de la Cámara de Comercio e Industria Argentino-Rusa.
El mensaje alarmante de García Tuñón no es descabellado si se tiene en cuenta que muchas empresas argentinas están al borde de la quiebra por haber perdido sus mercaderías o no contar con fondos girados desde Moscú.
El informe de la Cámara de Comercio e Industria Argentino-Rusa la guerra desatada en Ucrania desnudó las severas dificultades para negociar con Moscú. Hay profundos problemas que no tendrán solución inmediata la vista y que empeorarán con la continuidad del conflicto bélico.
Entre los puntos destacados que señaló la Cámara de Comercio e Industria Argentino-Rusa se destacan los siguientes:
1-Devaluación del Rublo. La guerra generó "problemas para importadores rusos de cumplir sus contratos". Esto implica que aquellos empresarios argentinos que negociaron el envío de mercaderías con valor Rublo antes de la guerra hoy están perdiendo dinero por la devaluación de la moneda rusa que a cambio oficial con el dólar se depreció sustancialmente.
2-Problemas de logística. La mayor parte de las empresas navieras internacionales decidieron en los últimos días cambiar de destino las mercaderías que tenían como destino final algún puerto de Rusia. Esto implica el pago de costos adicionales de gastos de terminal o la relocalización a otros puertos donde no será posible al menos por ahora que los productos lleguen a Rusia.
3-Pagos pendientes. Los importadores rusos no pueden girar fondos a los exportadores argentinos por el bloqueo de SWIFT. Esto se vio en muchas empresas que ya habían enviado mercaderías y ahora, al momento de querer cobrar por esos contratos, no lo pueden hacer.
4-Bloqueo de espacio aéreo. El informe de la Cámara de Comercio Argentino-Rusa destaca también que la anulación de vuelos para envío de productos sensibles (requieren frío, vacunas, perecederos) generó también pérdidas millonarias.
Además, hay demoras al momento de aprobar documentación de exportación para liberar carga. Asi, el bloqueo aéreo de Rusia a líneas europeas y americanas afecta también ya que se ven frenados los documentos de exportación (bill of lading, factura) que envían vía courrier (DHL / UPS / FEDEX) los exportadores argentinos a los importadores rusos para liberar la carga en los puertos. Estos no llegan a destino y no se puede liberar carga.
5-Problemas con AFIP. Los empresarios que exportan a Rusia también deben lidiar con la AFIP en Argentina ante el incumplimiento de liquidación de divisas por exportaciones no pagadas.
6-Pago por refrigeración. Muchas empresas navieras empiezan a cobrar costos extra por refrigeración de productos a la espera de que puedan llegar a algún puerto cercano a Rusia.
7-Aranceles anulados. Los derechos de importación que pagaban los rusos de productos argentinos con preferencias de descuentos de hasta un 25% se eliminaron para 72 países el año pasado. Esta fue una decisión unilateral de Rusia que con el curso de la guerra está aumentando los costos del comercio.
No todas las empresas que exportan a Rusia son grandes. Se sabe por datos oficiales que de las 400 que envían sus productos a Moscú sólo hay unas 20 grandes que comercializan con Rusia. Pero el resto son pymes o medianas empresas que hoy tienen graves problemas.
Según información pública, entre las grandes empresas que tienen comercio desde hace muchos años con Rusia se encuentran Mastellone, Molinos, Productores Argentinos Integrados, Offtal, Frigorífico Gorina, Migror, Patagonian Fruits, Jbs Argentina, Cosur, Sideraca, Madeka, Trevisur, Oleaginosa Moreno, Aceitera Deheza y Olega, entre otras.