ELIZABETH PEGER SEBASTIÁN IÑURRIETA
"No esperen una devaluación porque no va a haber ninguna devaluación". Tajante, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, salió al cruce de las presiones para que el Gobierno aumente el tipo de cambio para achicar la brecha con la cotización informal del dólar y aseguró que el Banco Central tiene las reservas necesarias para enfrentar el actual escenario. No obstante, en un reportaje con El Cronista, el funcionario admitió que esas reservas no son suficientes para relajar el cepo cambiario.
- Recientemente usted mencionó que con la pandemia y en términos económicos, la Argentina se va a dar "un porrazo enorme".
- Lo decía argumentando por qué es equivocado lo de aquellos economistas u opinólogos que dicen que la cuestión cambiaria o financiera se resuelve con una devaluación o con un ajuste. Entonces yo lo que decía es que tengamos en cuenta que la economía argentina se va a pegar un porrazo enorme producto de la pandemia, y aunque nosotros quisiéramos (no es parte de nuestra identidad política) esas no terminan siendo soluciones. Argentina va a venir de una caída muy fuerte en su producto y no hay espacio para los ajustes, para las devaluaciones que lo único que van a hacer es aumentar la inflación, la verdad es que no son soluciones esas.
-¿Hay presiones por una devaluación?
-Mediáticas. No de los medios, se opina en los medios sobre esto, pero no son soluciones. Una devaluación hoy en la situación en que está Argentina lo único que haría es generar mayor inflación, y provocaría una caída del poder adquisitivo de los salarios, de las jubilaciones, que se encarezca todo. No parece una solución razonable. Parece bastante más motivado por quienes si se generarían una cuantiosa ganancia a partir de esa medida.
- ¿Cómo quiénes?
- Y hay fondos que evidentemente si existe una devaluación ganarían mucho más dinero, está claro eso. ¿Son ellos los que presionan? La verdad no lo se, lo que sí se es que hoy hay muchos economistas que son los mismos que endeudaron al país, los mismos que dijeron que la economía se ajustaba al tipo de cambio paralelo, que no existe el pass through cuando se hace una devaluación y se comieron inflaciones récord de 40% en 2016 o de 53,4% en 2019. Esos mismos son los que 10 meses después vienen a decirte cómo hay que resolver los problemas. Suena bastante poco reflexivo y uno podría sospechar.
- Algunos deslizan que puede haber algo como micro-devaluaciones o retoques sobre la cotización oficial.
- No, no. Los acomodamientos del tipo de cambio tienen que ver con la evolución de la inflación, porque son otro precio de la economía. Es solamente eso. Otra cosa no va a haber.
- Pero lo cierto es que la brecha que existe entre la cotización oficial y las informales generan ruidos en la economía real. Empiezan a haber faltantes, la gente se preocupa. ¿Qué hace el Gobierno frente a eso?
- Primero hay que dejar en claro una cosa: los precios de la economía están estrechamente vinculados al tipo de cambio oficial porque quien importa lo hace a ese tipo de cambio y el que exporta también. La economía argentina en diciembre de 2015 ofreció el testimonio más claro y más crudo de que esto es así: en ese momento el equipo económico (de la flamante gestión de Mauricio Macri) decía que la economía ya estaba ajustada al dólar blue, y si se devaluaba no iba a haber traslado a precios. Eso no pasó y durante 2016 tuvimos 40% de inflación, es decir que se fue todo a precios. En realidad los precios se fijan por el dólar oficial. Claro que el otro dólar influye, genera clima, subjetividades y obviamente que tensiona. Pero es parte de la especulación obviamente.
- Pero hay que controlar o calmar las tensiones de alguna manera.
- El blue, bueno, es un mercado ilegal, en negro. El blue no se lleva las reservas, el CCL no se lleva las reservas, son mercados que funcionan con su propia lógica y que no impactan en las reservas del Banco Central.
- Aunque impactan en la confianza del Gobierno.
- Por eso te lo tomo. Ojo: hay un plano objetivo y otro subjetivo. ¿Tienen algún tipo de impacto esto? Sí, claro, en el plano subjetivo. Ahora ¿tiene un impacto en la economía real? No, porque los precios de la economía se regulan y tienen cómo parámetro el tipo de cambio oficial y no otro. ¿Qué sucede con el blue, que suelen estar siempre en las tapas de los diarios porque son los que empujan? Nadie sabe a ciencia cierta cuánta gente opera, cuántos argentinos compraron o vendieron con el dólar a $ 180 o $ 190, nadie lo sabe, no es una operación registrada. Si tensiona y genera clima, pero nosotros tenemos que ir desarmando ese clima a partir de generar certezas en la economía. La primer certeza es que no va a haber devaluación, no esperen devaluación porque no va a haber devaluación. La segunda es por que no va a haber devaluación: primero porque reservas el Banco Central tiene y entonces no se explicaría por qué debería devaluar.
- ¿Van a activar el swapp con China para fortalecer el nivel de reservas?
- Eso se va a ir haciendo, es parte de las reservas, son u$s 19.000 millones que está en las reservas. Lo que pasa es que te dicen cuánto son las líquidas o las no líquidas, y eso no importa. Lo que si importa es cuántas reservas tiene el país y el país tiene reservas, después tendrá instrumentos para utilizarlas según cada uno de los sectores que precisan de ese tipo de reservas. El Banco Central tiene reservas, el saldo de la balanza comercial es positivo, con lo cual entran más dólares a la economía argentina que los que se fueron. Y después nosotros estamos despejando, me parece, tres instancias que podrían generar algún tipo de incertidumbre: la primera era si éramos capaces de reestructurar la deuda, heredada, que no tomamos nosotros. Esa deuda que encima la habían reperfilado, la habían pateado para adelante con lo cual estábamos en un virtual default, pero lo pudimos reestructurar en un 99%, esa es una certeza fundamental para la economía, para un modelo de desarrollo sostenible es fundamental porque te permite ver cuáles son los cronogramas de vencimientos que tenés hacia adelante y tenemos despejado mucho y de hecho el año que viene no tenes que pagar prácticamente deuda. Entonces por qué devaluaríamos si no tenemos una situación de deuda apremiante el año que viene? Lo primero es la reestructuración de la deuda, lo segundo es qué pasa con el FMI. Hoy en principio hay conversaciones, hay una negociación en curso y ni la Argentina se fue de la mesa, ni el Fondo se fue de la mesa, hay un ámbito de discusión y debate y lógicamente que Argentina va a seguir avanzando y sosteniendo la misma lógica que tuvo a la hora de reestructurar la deuda con los bonistas, que es defender los intereses del país. Y la tercera certeza era presentar un Presupuesto, que es como tu hoja de ruta, y fija parámetros, pautas, te dice cuál va a ser su déficit y cómo lo va a financiar, y parte de todo eso es lo que genera certezas en la economía. Por eso digo que son tres pilares fundamentales los que empiezan a despejar esos climas para encontrar esa certidumbre en la economía argentina.
- No se puede estar muchos meses con las tensiones a este nivel.
- Es un proceso. Necesitamos que vayan madurando políticas de tipo cambiarias y que se cimenten y se entiendan estos tres ejes fundamentales de certezas para la economía en los tiempos que vienen.
- ¿Y cuán importante es la figura del Martín Guzmán en este proceso?
- Muy importante. No solo es quien ha liderado las negociaciones de reestructuración de la deuda, sino quien lidera el equipo económico y es fundamental su participación en este contexto.
- Hay una especie de sensación de que las restricciones que se fijaron sobre el dólar oficial fueron equivocadas. ¿Hay una idea de liberar el cepo, de relajarlo?
- No. Eso se va a hacer cuando empecemos a recuperar reservas y el mejor modo o el más sano de recuperar reservas es a partir de las exportaciones, que se aumenten. Cuando empecemos a aumentar las exportaciones y a recuperar reservas ahí vamos a tener posibilidades de normalizar el mercado cambiario. Antes no se va a poder.
- ¿Y con el turismo, si se abren las fronteras e ingresan dólares?
- Eso hay que ver cómo evoluciona, tiendo a pensar que la mejor forma de tranquilizar el mercado de cambios es a partir del ingreso genuino de divisas por exportaciones.
- ¿Qué políticas planean en materia de tasas?
- Hoy lo que estamos buscando es que haya una convergencia en las tasas en la economía, lo que supone una tarea lógica desde el Banco Central pero coordinada y consensuada con el Ministerio de Economía. Tienen que estar alineadas las tasas promedio con las que se financia el Estado Nacional, sobre todo con letras o emisiones e bonos, y tratar de llevar la convergencia hacia esas tasas. No imaginamos un número porque eso no un punto arbitrario, depende del mercado.
- Recientemente crearon el Consejo Económico y Social. ¿Cuáles son las cinco prioridades que tendrá en esta primera etapa?
- Principalmente el trabajo con los sectores, que implica interactuar con los actores que van a llevar adelante la política pública, quienes van a poner toda su creatividad empresarial a disposición de generar mayor desarrollo económico. Con el sector empresario y también los trabajadores y el Estado como tercera pata rectora, tratando de generar esos consensos directrices de hacia donde pueden crecer esos sectores. Eso es el mantra general.