Automatizar la producción es el anhelo de muchas empresas, pero no todas pueden alcanzarlo. La firma Pilar Portones, dedicada a la fabricación de portones levadizos en la ciudad de Pilar, anunció que en los próximos meses incorporará robots a una de sus líneas de producción.
“Ya dejamos firmados un contrato con una empresa de China para que ellos nos vendan los robots de soldadura”, dijo Agustín De Grandis (31), gerente del área Comercial de la firma. En una primera etapa incorporarán dos robots y luego se sumaría un tercero. La inversión supera los 250 mil dólares.
Según se explicó, se trata de un brazo robótico de seis ejes con capacidad para realizar cualquier movimiento. “En la punta se le puede colocar cualquier implemento. En este caso será una soldadora láser”, precisó.
De Grandis dijo a InfoNegocios que esta tecnología podría estar operativa a mediados de 2024. Una vez en funcionamiento les permitirá pasar de una producción de 100 a 250 portones mensuales, y sin despedir a ningún empleado.
“Al contrario, vamos a incorporar gente. No vamos a reemplazar a las personas por robots. El robot ajusta mucho la calidad y favorece el proceso productivo, pero hay cosas que no puede hacer”, señalan desde la firma.
Según estiman necesitarán sumar unas ocho personas para el diseño que luego será ejecutado por la máquina.
Únicos en Latinoamérica
La empresa pilarense ya cuenta con tecnología de este tipo. Tienen un robot cortador láser, que corta tubos. Justamente esto les permite ahora continuar automatizando parte de la planta.
Además en 2020 incorporaron la pintura electrostática. Se trata de una pintura en polvo, similar a la que se usa para los perfiles de aluminio, que se aplica en todo el portón. “Somos los únicos en tener esto aplicado a portones levadizos en Latinoamérica”, aseguran desde la empresa. Según dicen, esto les aportó terminación y calidad a sus productos.
Una herrería familiar que creció
Antes de tener una planta con más de 30 empleados como la actual, Pilar Portones fue una herrería que comenzó en el patio de una casa.
“Mi viejo inició con esto. Antes era todo muy casero”, dice Matías De Grandis (41), que se sumó a trabajar con su papá en el 2000 y actualmente es el gerente del área de Producción. “Empecé con él apenas terminé la secundaria. Y en 2007 hicimos el primer portón levadizo. Antes eran solo corredizos”, señala.
En 2014 lograron mudarse a la planta actual, ubicada sobre ruta 9, a la salida de la ciudad.
Según cuenta Agustín, en 2015, cuando él se sumó a la empresa familiar, producían cinco portones levadizos por mes. “El año pasado superamos los 100 y en 2024 pensamos duplicar esa marca”, dice.
Blas De Grandis (67), fundador de la empresa, sigue vinculado a la firma, ahora en el área de Innovación y Desarrollo. Desde ese sector trabaja para todo el conglomerado familiar, que además de portones produce premoldeados y también tiene una división industrial.
“Mi viejo inventa cosas. Esa es su esencia”, dice otro de sus hijos.
Sus portones llegan a casi todo el país, de la mano de más de 95 distribuidores. También exportan a Chile y están en tratativas para comercializar con otros países. Se podría decir que las puertas del mundo o, mejor dicho los portones, están abiertas.