Lo que pasó
Comentábamos en la anterior entrega que el tipo de cambio casi en $ 31 marcaba records y que la semana había terminado con mucha volatilidad y todo esto se potenció en los últimos días de agosto.
Ni las declaraciones presidenciales, ni las de los miembros de la “mesa chica” del gobierno, ni los adelantos del FMI lograban transmitir tranquilidad al mercado cambiario. Por el contrario, de todas ellas solo se resaltaba una condición excluyente: no van a utilizarse reservas para contener el tipo de cambio y este deberá encontrar un nuevo equilibrio.
Así fue como, y pese a esporádicas intervenciones del BCRA, la divisa llegó a tocar los $ 41,50 el día jueves y a partir de allí empezó a retroceder para culminar la semana y el mes con una cotización de $ 36,80 mayorista (y alrededor de $ 37,50/38 para las ventas minoristas).
Razones casi en su totalidad locales, desconfianza en el programa económico/político, un nuevo overshooting (término ahora de moda para hablar de sobre expectativas o castigos desmedidos por escepticismo) y espera de medidas y programas firmes para atacar los problemas principales de nuestra economía (el gradualismo para con el déficit fiscal parece haber llegado a su fin).
¿Fin del problema? ¿A pensar un nuevo equilibrio en este rango y seguir adelante? Falta demasiado para responder a eso, pero en primera medida hay que estar muy atentos a los anuncios en el marco de la aprobación de un nuevo programa (o la reformulación del actual) con el FMI. Y probablemente, si atienden a los “pedidos” de la presión política, al cambio de nombre en las más altas esferas gubernamentales.
Dos condicionantes claves desde lo económico y político que permitirán avanzar en las predicciones del mes.
El MERVAL, aprovechó primero la disparada del tipo de cambio y luego un viernes de tranquilidad y subas genuinas para terminar la semana en más de 29000 puntos y mostrar un crecimiento del 17/18% para las cinco ruedas operadas medido en pesos (OJO y muy importante, en términos de dólar se mantuvo prácticamente sin cambios).
Muy interesante la señal del viernes, en donde con algo de paz y en volúmenes operados altísimos (más de 1,7 mil millones en acciones) los inversores volvieron a acercarse a los activos argentinos (en el exterior, las acciones de los bancos cotizaron con subas entre el 20 y el 30% en esta última rueda). Los precios, bajísimos sin duda, pero el rebote, aún así llama la atención e invita a mejorar las expectativas.
Finalmente, y pensando en el apartado de tasas en pesos, un comunicado del BCRA de subir la tasa de política monetaria al 60% en pleno jueves de volatilidad cambiaria repercutió inmediatamente en las tasas de LEBACS que llegaron a operarse con una tasa de más del 75% anual.
Nos permitimos una salvedad y aclaración: las LEBACS son las mismas que las de la licitación o las que se venían negociando permanentemente en el mercado secundario. Esto significa que no pueden cambiarse las anteriores con una tasa menor por estas con una súper extra tasa, el mecanismo de ajuste es el precio. Simplificadamente, pagando menos por un activo se obtiene al vencimiento un rendimiento muy superior, y así es como funciona este aumento de tasa para las LETRAS.
El cierre semanal, nos mostró este nivel de tasas:
Lo que viene. Nuestra clásica agenda de eventos: