Todos dicen que sos un “genio” en programación, ¿cuál es tu formación?
Yo estudié ingeniería en computación en la Universidad Nacional de Córdoba, pero no terminé. Me vine a Buenos Aires y me quedó esa espina por la educación.
-¿Y por qué abandonaste los estudios formales?
Lo que sucedía es que no encontraba en la universidad la motivación para desarrollarme ni seguir estudiando a su ritmo… Pero aún entonces estaba todos los días estudiando en Internet.
-¿Volverías a estudiar en una universidad?
No tengo nada en contra de las universidades, al contrario, lo que queremos desde Acámica es complementarla y vincularla con el mundo real de los alumnos. La universidad es una gran base, te da muchas herramientas importantes y las bases para aprender a pensar. Pero quizás no te motiva tanto a pensar fuera del molde y animarse a emprender.
-¿Qué balance hacés de Cuevana: qué hiciste bien y qué hiciste mal?
Si tuviese que hacer todo de nuevo lo haría igual, porque eso me trajo adonde estoy hoy. En ese sentido Cuevana fue un curso súper intensivo de todo, incluso de la vida.
-¿Sentís la presión esa de “el creador de Cuevana tiene que hacer algo más grande ahora”?
No te voy a negar que hay un poco de presión, pero no es externa, es más bien personal. Me gustaría demostrar y demostrarme que lo anterior no fue suerte y que puedo tener éxito de nuevo.
-¿Qué sería tener éxito? Y… es relativo, ¿no?
Para mí el éxito no es tener millones de usuarios ni ser millonario, sino impactar positivamente en la vida de otras personas. Me desvela ayudar a las personas, a cambiar su vida, a darle nuevas herramientas. Eso sería para mi un éxito con Acámica y siento que estamos por buen camino.
-¿Cómo vas en ese camino en cuanto a números?
Muy bien: estamos en 90.000 registrados y unos 30.000 usuarios activos.
-¿Ya están monetizando algo con Acámica?
Sí, ya estamos facturando. Nuestro modelo es ‘Freemium’: podés hacer un curso gratis completo por mes, pero si querés desbloquear más de un curso o avanzar más rápido tenés que suscribirte a Acámica Premium por unos US$ 10 dólares (unos $ 90 en Argentina).
-¿Cuántos alumnos de pago ya tienen?
Casi 300, pero creciendo a un 50% mensual.
- ¿Miran algún modelo en el mundo en esto del e-learnig como lo plantean Uds.? ¿Hay un “Amazon” en la categoría?
Te diría que no, que no hay una empresa que haya conquistado tanto mercado. Es un mercado muy virgen adonde todos dicen qué “es lo que se viene” y hay muchos apostando, pero todavía no está claro el camino, hay muchas dudas sobre cómo hacerlo. Ninguna empresa ha tenido aún un éxito rotundo pero sí varias que se destacan, con mucha inversión det?as, incluso.
- ¿Has mirado el modelo de e-learning de la Universidad Siglo 21?
No lo he visto en detalle, pero soy muy consciente del esfuerzo de esa universidad y conozco que es la que más creció y que más alumnos tiene en esta modalidad. Tiene una excelente red de distribución y hay mucho para aprender ahí. Nosotros somos totalmente online, sin instancia presencial y eso nos va a permitir escalar más rápido.
- ¿Parás en algún momento?
Y la verdad que estos meses han sido super demandantes: tuvimos que validar el modelo ’Freemium’ que elegimos y prepararnos para una ronda de capitalización. Y somos pocos en el equipo (risas)... Pero sí, paramos y jugamos al fútbol. Y los fines de semana descomprimimos y salimos con amigos a divertirnos.
- ¿Qué ves en una persona que vas a sumar a tu equipo?
Al día de hoy no hemos sumado tantas personas, pero la verdad es que en lo personal no miro tanto el currículum sino qué hicieron, si estuvieron en algún proyecto y de dónde viene esa persona; y luego me concentro en la pasión y las ganas de aprender que tenga. En esta industria tenés que estar siempre aprendiendo y estudiando y eso sólo se consigue con ganas. Y con cabeza (risas).