La primera vez que Carina Laguia fue a buscar ropa a Buenos Aires no sabía cómo ir al sitio donde la vendían. Cuando por fin llegó al barrio porteño de Flores creyó que estaba en Balvanera, más conocido como Once. “Empecé mi negocio con ese nivel de desconocimiento”. Pero eso ocurrió hace 17 años.
Hasta entonces se había dedicado a la crianza de sus hijos y a las tareas domésticas, pero desde hacía tiempo quería emprender algo propio vinculado con la venta de indumentaria para niños.
“Actualmente viajo a Buenos Aires todas las semanas, y sin GPS”, bromea la dueña de Inkieto’s, la tienda para niños que marca tendencia en Río Segundo y zona. “Esto me permite tener variedad de precios y productos”, apunta como una de las fortalezas de su local.
En Inkieto’s se puede encontrar todo lo necesario para bebés y niños en un solo lugar: indumentaria, calzado, accesorios y juguetes. “La gente anda a mil y a veces no tienen tiempo de ir a distintos negocios, por eso acá le ofrecemos todo lo que pueden necesitar sus hijos”, pondera Carina.
También ofrecen marcas de Shopping como Mimo y Crayón, cubriendo así la mayor cantidad de público, otra de las reglas de oro del local.
“Empezamos solo con indumentaria. Siete años después agrandamos el local y sumamos calzado. También se anexó la división accesorios, como coches o cunas, y después sumamos la juguetería de primera infancia”, cuenta.
En la juguetería se pueden encontrar productos recomendados por pediatras como juegos de encastre, juguetes de recorridos o chupetes de frutas, entre otros. En fechas claves como Navidad o día del Niño la oferta en juguetes se amplía a niños de más edad.
Una cábala: no mudarse
A lo largo de estos 17 años de historia el negocio se podría haber mudado a locales más grandes y modernos, pero su dueña decidió seguir en el mismo lugar donde empezó todo: San Luis 870. ¿La razón? Una cuestión de cábala. “Lo que funciona no se toca”, repite seguido Carina Laguia.
También hubo propuestas para abrir sucursales en otros pueblos y ciudades, pero como a Carina le gusta atender personalmente a los clientes prefirió seguir solo con el local de Río Segundo. “Llegué a tener un local alquilado en Pilar, pero después di marcha atrás con ese proyecto”, cuenta, consciente de que esa idea genera un límite para crecer. “Igual trabajamos bien, aunque en el último tiempo los márgenes de ganancia se vienen achicando”, señala.
Cualquier vecino de Río Segundo (y de la zona) sabe que si va un viernes o un sábado al local la fila para entrar comienza en la vereda. Y, desde que lanzaron una promoción con tarjeta Naranja los martes, la escena se puede repetir también ese día. “Los martes viene gente de todos lados”, asegura la dueña de
Inkieto´s.
Tendencias y nuevos hábitos
Según Carina la ropa de niños va a la par de la moda de adultos. Dice que si el hombre usa camisa floreadas el niño también las va a usar. “A la moda de los niños la marcan los grandes”, señala.
Y cuenta un cambio de hábito que viene notando desde hace algunos años. Explica que, aunque siguen prevaleciendo las clientas mujeres, cada vez entran más varones al local.
En cuanto a los rasgos de unos y otros para comprar, y según su experiencia, señala: “El varón ve una cosa y se la lleva, no necesita que le muestren más. En cambio la mujer tiene que tener muchas más opciones”.
La misión de la marca, dice Carina Laguia, es satisfacer a todos los clientes. “En nuestro local van a encontrar calidez. Tenemos un equipo excelente. Y también van a encontrar productos que en otros locales no hay”.