Lovvi: Dejaste tu trabajo de oficina y elegiste probar, primero en vos, los beneficios de una técnica que aún no estaba tan reconocida como hoy...
Marcos Basaldúa (M.B): Hoy agradezco lo que me pasó. El cuerpo me advirtió y pude hacerme cargo. Tuve un cambio de vida total. Las inmersiones en hielo no son la solución para la felicidad eterna. Pero sí una manera muy poderosa para tomar conciencia y transformar ciertas situaciones. Es una práctica para poder volver siempre ese estado de milagro de vida que uno transita cuando se hace responsable de su vida. Es volver al momento presente. Con eso no estoy diciendo que voy a evitar cualquier dolor sino al contrario, lo voy a gestionar. Entonces lo que dice la experiencia es: sentirlo, obsérvalo, transformalo.
Lovvi: ¿Cómo fue tu primera experiencia de la inmersión y qué buscabas con eso? ¿y qué lograste?
M.B: Antes de ir al hielo, empecé con las duchas frías y después de 10 meses hice el curso. En ese momento hicimos online porque estaba en plena pandemia. Lo probé durante mucho tiempo y me formé para que las personas puedan experimentarlo de manera segura, y cada vez con más información. El hielo es para todo el mundo, pero no todo el mundo es para el hielo. Si hay algo que propone esta técnica, y que es la razón principal de que yo elija difundirla, es la coherencia que propone la inmersión en hielo. La coherencia entre lo que sentimos, lo que pensamos, y lo que finalmente hacemos.
Lovvi: ¿Cómo se puede ir preparando alguien que desea incursionar en la técnica?
M.B: Con las duchas frías. Al finalizar el baño, aumentando gradualmente luego con el correr de los días el tiempo de exposición al agua en esas temperaturas bajas. Se genera como un soltar esa tensión en una relajación y sentir como esa energía del agua que va en el cuerpo y soltar.
Lovvi: ¿Cuál es el papel del control de la respiración durante la inmersión?
M.B: Antes que nada te quiero decir que hay toda una preparación previa de respiración, de meditación, cuidado en alimentación y demás. Entonces, la respiración es el canal de comunicación. Y es a través de la respiración que podemos enviar un mensaje al cuerpo. Estamos dejando que el cuerpo haga lo que sabe hacer. Y es un camino para esa liberación de tensión. La respiración es la clave para controlar la frecuencia cardíaca que se puede elevar. Cada vez que repitas la técnica, es como una nueva primera vez.
Lovvi: Y si tuvieras que decir algo a todos los que están detrás corriendo detrás de una actividad sin propósito. ¿Cuál sería tu regalo a través de algunas palabras que quieras compartir?
M.B: Creo que hay 2 cosas. Primero, el otro día me preguntaba: ¿qué es el Marcos de hace 20 años? y le diría que no hay por qué saber de todo. Que está bien no saber ni querer controlar todo. Eso te impulsa la curiosidad de seguir aprendiendo y te abre ese camino de aprendizaje y de ir conociéndote a través de la propia experiencia. Después, lo otro es que tomes el camino de la vida como para explorar la transformación que podés hacer cada día. Siento que cada persona tiene esa intuición personal y que ya está en ese proceso de transformación. Cualquiera sea la actividad o la práctica que elijan para poder experimentar ese proceso de transformación, seguramente les ayudará a sentirse mejor cada día. No hay mejor sensación que esa: abrazar quiénes estamos siendo.
La historia de Marcos Basaldúa nos recuerda la importancia de escuchar a nuestro cuerpo, buscar la coherencia entre lo que sentimos, pensamos y hacemos, y explorar las herramientas que nos ayuden en nuestro camino de transformación personal. La práctica de la inmersión en hielo se revela como una poderosa vía para reconectar con uno mismo y abrazar nuestra verdadera esencia.