Sabrina Rabbat es coach Ontológica Empresarial, Coach de Equipos, certificada en Mindfulness e Inteligencia Emocional, y cuenta con una Maestría en Método Pilates y corporalidad. Además es consultora en desarrollo humano y emprendedora. Desde el instante en que se inició la charla, su enfoque se centra en el aquí y el ahora, recordándonos la importancia de estar conscientes del momento presente para cultivar un estado de bienestar duradero.
Tati Bregi: ¿Qué es exactamente el Mindfulness y cómo puede impactar positivamente en nuestras vidas diarias?
Sabrina Rabbat: Lo primero que me gustaría contarte del Mindfulness, es que esta disciplina nos recuerda nuestra capacidad de estar en atención plena al momento presente, a lo que nos está pasando. Lo que estamos sintiendo, lo que estamos pensando, sin juzgarlo. Y es como la diferencia que aparece cuando uno está juzgando lo que le pasa, y de repente deja de hacerlo, para animarse a sentir, sin prejuzgar, tomando consciencia para ojalá transitar la aceptación de lo que es. En términos prácticos, podemos hoy hablar de dos formas de practicarlo: la informal y la formal. El ejercicio formal es la meditación. La otra, es traerle a la vida diaria momentos de reflexión, de contemplación, de mirarse a uno mismo, de auto observarse.
TB: Las personas que quieren comenzar a experimentar, ¿cómo tienen que hacerlo? ¿Cuál es el primer paso o el primer consejo que tenés para darnos sobre todo?
SR: Se pueden integrar prácticas simples en nuestra rutina, como detenerse a respirar conscientemente en momentos de estrés, o hacer una pausa entre actividades para recargar energías. Además, prestar atención a cómo comemos, hablamos o incluso trabajamos, puede ser una forma de practicar el Mindfulness en nuestras actividades cotidianas. Se trata de estar presente en cada momento y llevar una vida más consciente y equilibrada.
TB: ¿Cómo crees que el Mindfulness puede mejorar nuestras relaciones y conversaciones, tanto en el ámbito personal como profesional?
SR: Una de las primeras cosas que notamos al practicar Mindfulness es una mejora en nuestra capacidad de escucha. Estar presentes en una conversación, tanto para nosotros como para quienes nos escuchan, puede generar una comunicación más auténtica y profunda. Además, al estar más conscientes de nuestras emociones y pensamientos, podemos tomar decisiones más asertivas y responder de manera más adecuada en situaciones difíciles. En el ámbito laboral, esto puede conducir a reuniones más productivas y a relaciones más sólidas entre colegas.
TB: ¿Por qué crees que algunas personas se resisten a adoptar esta práctica, a pesar de sus beneficios comprobados?
SR: Creo que la resistencia puede estar relacionada con el miedo a enfrentar nuestras propias emociones y pensamientos, así como el temor al cambio. Al practicar Mindfulness, nos enfrentamos a nosotros mismos de una manera profunda, lo que puede ser incómodo para algunas personas. Además, los resultados del Mindfulness dependen en gran medida del compromiso y la disposición de cada individuo, lo que puede ser desafiante para aquellos que prefieren evitar el trabajo interno.
TB: ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere comenzar a practicar mindfulness pero no sabe por dónde empezar?
SB: Ante todo, comenzar con pequeños pasos y ser compasivos consigo mismo. En concreto te comparto algunas prácticas:
Desde una postura relativamente erguida, no acostados, sino sentados para no dormirnos, porque necesitamos hacer conciencia, respirar conscientemente. La primera atención que hacemos es a la respiración, donde nos damos cuenta cómo estamos respirando. Es decir, un registro de mis emociones o de mis pensamientos o incluso de mis sentidos.
¿Qué siente mi piel? ¿Qué gusto tengo, qué estoy oliendo? Y de esa manera, de alguna forma cortamos con este flujo automático en el que estamos yendo y viniendo del pasado al futuro, de la ansiedad a la resignación y la apatía, etc. Y la práctica formal, que yo recomiendo hacerla por lo menos una vez al día, de ser posible en el mismo horario, porque eso va ayudando a generar el hábito. E incluso quienes practicamos todos los días, hay días que nos cuesta, porque justamente de eso de eso se trata de darnos cuenta.
Con gratitud y serenidad, cerramos nuestra conversación, conscientes de que aún hay mucho por explorar y sentir en este viaje hacia la plenitud.