El mes de octubre se tiñe de rosa para visualizar esta problemática de salud, concientizar sobre su prevención e impulsar acciones de detección temprana. Sanatorio Allende, como todos los años, se suma a esta iniciativa de la mano de sus especialistas, brindando información de valor y destinando instancias de control para la comunidad.
¿Por qué es importante contar con una Unidad de Mastología?
Si bien el Cáncer de Mama no es una patología nueva ni desconocida, desde el Sanatorio se ha cambiado la mirada filosófica en cuanto a la asistencia sanitaria relacionada con esta enfermedad. La confluencia de Cirujanos Mastólogos, Oncología, Diagnóstico por Imágenes, Anatomía Patológica, Medicina Nuclear, Cirugía Plástica, Genética Médica, Salud Mental y Enfermería, permite tratar esta enfermedad desde múltiples especialidades y con las últimas tendencias mundiales.
“Nuestra Unidad está conformada por un equipo de profesionales de distintas especialidades que trabajan de manera interdisciplinaria y coordinada para tratar la patología mamaria desde múltiples enfoques”, explica el Dr. Agustín Esteban, Coordinador de la Unidad y Jefe del Servicio de Ginecología – sede Nueva Córdoba.
A esto se suma la formación continua de los especialistas y la última tecnología diagnóstica para el cáncer de mama, incluyendo Mamografía Digital 3D (Tomosíntesis), Sistemas de biopsia especializados, Ecografía, Resonancia Magnética 1.5 y 3 Tesla.
¡En octubre, #MAMOGRAFIATE!
Todos los años, durante este mes, el Sanatorio Allende lleva adelante su histórica Campaña de detección temprana #Mamografiate. En esta oportunidad, se otorgaron 300 turnos para que mujeres a partir de los 40 años y sin cobertura médica pudieran acceder a su control mamográfico anual de forma gratuita.
La detección temprana es clave. La mamografía es la exploración más precisa y eficaz para diagnosticar esta patología en sus primeras etapas (no palpable), disminuyendo entre el 20 y 30% la mortalidad por cáncer mamario. El estudio mamográfico anual está recomendado en mujeres a partir de los 40 años. En caso que existan antecedentes familiares, se deben iniciar los controles a los 35 años o 10 años antes del diagnóstico de cáncer de mama en un familiar de primer grado (madre, hermana o abuela). Si el resultado es anormal, se solicitarán estudios adicionales para descartar o confirmar el diagnóstico.
Recordá: es fundamental realizar este estudio de forma anual, incluso si tenés un examen clínico normal.