Plan Dulce, la historia de una familia que usó la falta de capital como impulso para emprender

“¿Y ahora, qué hacemos?” quizá sea la pregunta que más se hicieron los Estrada Magno cuando decidieron aventurarse en el mundo emprendedor. “Tenemos un plan y es dulce” ha sido la respuesta, desde hace 6 años.

Image description
Los Estrada Magno, de Plan Dulce.
Image description
Rocío Estrada Magno.
Image description
Rodrigo Estrada Magno.
Image description
Ricardo Estrada Magno.
Image description
Rosario Estrada Magno.

Corría el año 2013 y las cosas no andaban muy bien en la casa de los Estrada Magno. La economía familiar pendía de un hilo tambaleante porque los ingresos eran escasos. A pesar de que el contexto no era muy favorable y no contaba con los recursos necesarios, Rosana Magno no se amedrentó porque tenía algo muy valioso: ¡una idea, ganas de trabajar y cinco hijos para ayudarla! Plan Dulce es el resultado de la combinación de esos ingredientes, más alguna pizca de valentía y cucharaditas de confianza.

“Comenzamos haciendo desayunos personalizados y fueron un boom. Me acuerdo que pintábamos y decorábamos las cajitas en casa, con motivos especiales. Siempre los ingredientes fueron súper caseros, porque mi mamá es pastelera, Así que sus tortas, masas y cupcakes hacían la diferencia”, contó Rodrigo Estrada Magno en diálogo con IN Salta.

Hace dos años aproximadamente, los contactó un cliente que les pidió que se ocupasen de la organización de un cumpleaños. La elección del salón, la decoración, la música, las luces y sobre todo, la comida. ¡Todo dependía de ellos!

“En ese momento, nos miramos entre todos y dijimos: ¿qué hacemos? No lo dudamos ni un segundo y nos lanzamos a lo nuevo. Fuimos llamando a los mozos que conocíamos, distribuimos roles y comenzamos oficialmente a brindar un servicio de catering”, recordó Rodrigo.

De a poco y gracias a las recomendaciones de conocidos, amigos y pequeños clientes, comenzaron a hacerse conocidos; a tal punto que personas de todas las edades y las zonas de la capital salteña empezaron a comunicarse con Plan Dulce para encargarles el catering de cumpleaños, agasajos, aniversarios, casamientos, despedidas y baby showers.

“Nos reunimos, escuchamos sus ideas, les proponemos las nuestras y ahí planteamos el presupuesto. A veces, llegan con una idea básica y cambia totalmente con nuestras sugerencias o recomendaciones. Eso está bueno porque se genera una simbiosis muy linda con nuestros clientes”, aseguró el joven emprendedor.

De repente, la excelencia del servicio de Plan Dulce llegó hasta los oídos de  grandes empresas y entidades públicas. Al principio los llamaban sólo para desayunos de trabajo con pocas personas; pero quedaban tan satisfechos con la comida y la calidad de atención que desde ese momento y hasta ahora, no han dejado de contratarlos.

“Cuando el Ministerio de Cultura de la Nación vino a Salta a hacer un concurso nos llamaron para preparar catering para 400 personas. ¡Era la primera vez que le íbamos a dar de comer a tanta gente! Volvimos a mirarnos entre todos y dijimos: ¿qué hacemos? Inmediatamente llamamos a nuestro equipo de mozos y de cocineros. Coordinando todo y salió bárbaro. Ese día nos dimos cuenta que si podíamos con eso, podíamos con cualquier otro desafío”, aseguró convencido el mayor de los hermanos.

Rosana y sus cinco mosqueteros

Desde hace seis años que los Estrada Magno trabajan incansablemente y viven gracias a su emprendimiento. Todos los días, el equipo liderado por Rosana comienza sus labores a las 7 de la mañana. Mientras ella prepara bollitos o muffins; Rosario, su hija menor, se ocupa de hacer los smothies frutales, que son batidos sin azúcar ni conservantes artificiales. Al mismo tiempo Rodrigo se divide entre las compras a los proveedores y las reuniones con los clientes, que son acordadas por teléfono o a través de redes sociales. Por otra parte Rocío se ocupa de los temas administrativos de Plan Dulce. Ella es quien gestiona los gastos del emprendimiento familiar. Finalmente la logística, el transporte, la distribución y la entrega de los pedidos están a cargo de  Ramiro y Ricardo.

“Durante muchos tiempo mi mamá cumplió con el mandato social que dice que las mujeres sólo tienen que estar en casa y dedicar su vida plenamente a criar y educar a sus hijos. Hoy la veo y es una mujer distinta, empoderada, creativa, llena de ideas y ganas de trabajar. Plan Dulce le cambió la vida”, aseguró Rodrigo, emocionado.

El desafío del local propio

En tiempos difíciles, la falta de capital no fue un impedimento para esta familia. Al contrario, los impulsó a ser más creativos. Como no tenían el presupuesto necesario para comenzar, armaron un proyecto de negocio y participaron en concursos como el que organiza el Fondo de Desarrollo Cultural, INNPACTA y Naves del Banco Macro

“Siempre le decimos a mi mamá que si ella puede, los cinco podemos. ¡Y ya pudimos un montón! Porque nos sostenemos entre todos y no aflojamos. Seguimos apostando y acompañándonos. Hoy sabemos lo que hace falta, dónde queremos ir, y tenemos una planificación armada”, detalló Rodrigo en otro tramo del diálogo con IN Salta.

No se quedaron quietos. Rosana fue el motor y sus hijos se convirtieron en los engranajes que se propusieron funcionar en conjunto para cumplir un nuevo sueño: el local propio.

Por ahora trabajan en su casa, tienen la cocina acondicionada para eso. Pero seguro que muy pronto, nos sorprenden con la confitería de Plan Dulce, en la que podremos disfrutar de los smothies y los cupcakes de Rosana, hechos con un ingrediente esencial y único: el amor de sus hijos.

Tu opinión enriquece este artículo: