El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) será clave en este proceso, brindando estabilidad fiscal y cambiaria a los proyectos mineros. Como consecuencia, se espera que las exportaciones del sector crezcan significativamente en los próximos años, alcanzando los US$ 6.000 millones en 2026 y llegando a un promedio anual de US$ 25.000 millones entre 2031 y 2035.
La proyección de inversiones se basa en los anuncios públicos y en el Capex estimado por las empresas mineras que operan en Argentina. Este concepto incluye la inversión en bienes de capital como maquinaria, equipos, infraestructuras y tecnología, fundamentales para el desarrollo de los proyectos mineros.
Luego del pico de inversión previsto para 2026, los desembolsos se mantendrán elevados en los años siguientes. Se espera una inversión de US$ 6.664 millones en 2027 y de US$ 7.029 millones en 2028. Sin embargo, en 2029 descenderá a US$ 4.501 millones, en 2030 a US$ 2.360 millones y en 2031 caerá a US$ 750 millones.
En el informe elaborado por la Secretaría de Minería para la Prospectors & Developers Association of Canada (PDAC), se detalla que ocho proyectos de cobre comenzarán a producir en los próximos años, mientras que 15 proyectos de litio serán construidos o ampliados en el mismo período.
La construcción de un proyecto de cobre demanda aproximadamente tres años, mientras que el desarrollo de un proyecto de litio requiere dos años. Estos plazos influyen en la planificación de inversiones y en la proyección de exportaciones.
El crecimiento de las inversiones traerá consigo un auge en las exportaciones mineras. En 2024, el sector exportó US$ 4.669 millones, cifra que se espera que se multiplique por cinco en la próxima década. En 2026 las exportaciones alcanzarán los US$ 6.000 millones y seguirán aumentando progresivamente hasta llegar a US$ 19.200 millones en 2030.
El litio jugará un papel central en este incremento exportador. Se proyecta que sus ventas externas se multipliquen por ocho en los próximos cinco años, consolidando a Argentina como uno de los principales actores del mercado global de este mineral clave para la transición energética.
El RIGI ofrece incentivos fiscales y cambiarios a las inversiones superiores a US$ 200 millones. Las empresas acogidas a este régimen tendrán beneficios como una tasa del 25% en el Impuesto a las Ganancias, menor que la tasa general del 35%, y una reducción del impuesto a los dividendos después de siete años de participación en el régimen.
Además, el RIGI otorga a los inversores la posibilidad de elegir entre diferentes mecanismos de arbitraje internacional en caso de disputas. Entre ellos, se incluyen las reglas de la Cámara de Comercio Internacional y el Convenio Internacional sobre Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI).
El régimen también permite a las empresas utilizar certificados de crédito fiscal para el pago del IVA y garantiza estabilidad regulatoria durante 30 años. Este marco de seguridad jurídica es considerado fundamental para atraer inversores al sector minero.
Con estas políticas, el gobierno busca consolidar a la Argentina como un destino atractivo para la inversión minera, fomentando el desarrollo de proyectos estratégicos y aumentando su participación en el mercado global de minerales críticos como el litio y el cobre.
Argentina proyecta inversiones mineras por US$ 7.500 millones en 2026
El gobierno argentino estima que la inversión extranjera directa en el sector minero alcanzará los US$ 1.388 millones en 2025 y escalará a US$ 7.510 millones en 2026, lo que representa un crecimiento del 441%. Este aumento se verá impulsado principalmente por la expansión de proyectos de cobre y litio.
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