Cuando un alumno rinde la última materia de su carrera sólo tiene algo seguro: afuera lo esperan para felicitarlo y para “ensuciarlo”. Entre las cosas que se arrojan a los nuevos profesionales se encuentran comida (generalmente en mal estado), bebidas con olores fuertes, papel picado, espuma, etc.
Para abordar esta problemática, en el marco del Programa de Festejos Responsables, se firmó un convenio entre el decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC, Jhon Boretto, y el titular de la Fundación Banco de Alimentos de Córdoba, Agustín Parga.
Lo que Ciencias Económicas y el Banco de Alimentos proponen es entregar kits de cotillón a cambio de comida que será donada a la institución alimenticia. El objetivo es no generar disturbios y crear una cierta conciencia tanto a los graduados como a los invitados al festejo. Además se pretende educar en cuanto al aprovechamiento de los espacios físicos y del cuidado de los mismos.
“Se trata de una excelente oportunidad para vincular a nuestra Facultad con organizaciones del tercer sector que tiendan no sólo a realizar aportes para que sean destinados a los que más lo necesitan sino también que permitan generar conciencia acerca de la significancia del cuidado del ambiente y el derroche de alimentos”, afirmó el decano de la UNC.
Agustín Parga, por otro lado, subrayó la importancia del acuerdo: “Programas como éste son fundamentales para la toma de conciencia de la problemática que existe hoy con los alimentos para quienes más lo necesitan”.
Festejos medidos, números claros
En promedio, y por citar un ejemplo, en Ciencias Económicas se reciben cerca de 800 estudiantes anualmente, es decir que se destinan (por año), en promedio, 5.200 litros de agua y $ 150.000 en recursos para limpieza, recupero de parquización y pintura.
Con este programa las entidades proponen recuperar y recibir 4.000 kilos de alimentos para realizar donaciones a lo largo de un año.
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