El intendente Martín Llaryora, acompañado por el creador de la bandera de la ciudad, Agustín Lujan Díaz y los integrantes de la Comisión encargada del concurso público, encabezó el primer izamiento de la bandera oficial de la ciudad de Córdoba.
La flamante insignia de la ciudad surgió del concurso público «Toda la Ciudad en una Bandera», que fue impulsado por la Municipalidad de Córdoba, en el marco de los actos conmemorativos por su 450° aniversario.
El izamiento se realizó en la Plaza San Martín, luego de una ceremonia que tuvo lugar en el Cabildo Histórico, donde se descubrió una placa en reconocimiento a la Comisión conformada para elegir la bandera.
La insignia se compone de franjas horizontales en rojo, blanco y amarillo, con un sol jesuita en el centro, el mismo que fuera utilizado en la fundación de la ciudad, reflejando así los símbolos de la historia, la identidad y la cultura del pueblo de Córdoba.
De esta manera, desde hoy la bandera oficial de la ciudad de Córdoba se integra al conjunto de banderas que habitualmente flamean en la capital cordobesa.
“Este es un día histórico. Esta bandera pasa a ser el símbolo de la ciudad, que fue creada por un vecino muy joven, estudiante universitario, quien por su historia es un verdadero ejemplo de esfuerzo y superación. Por esto, esta bandera nos honra, ya que su creador nos transmite su entusiasmo y calidez, su fuerza juvenil. Para estos 450 años, la impronta de la bandera es la juventud de su creador. Y la juventud es la impronta del futuro”, afirmó Martín Llaryora.
Qué significa cada color
El creador de la bandera, Agustín Luján Díaz, estudiante de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba, repasó el significado de los colores que componen la nueva insignia de la ciudad.
El rojo simboliza el coraje, fortaleza y potencial del pueblo cordobés, además de hacer referencia a las comunidades de pueblos originarios que habitaron este suelo.
El blanco representa la convivencia en armonía y la posición de la ciudad, como centro geográfico y estratégico, mientras que el color amarillo manifiesta la alegría, energía y vivacidad de los cordobeses.
En el centro de la bandera se destaca el sol jesuita, el cual representa el legado de esa congregación religiosa.
“Con mucho amor traté de representar a todos. Incentiva a que todos, especialmente los jóvenes, podamos cumplir nuestros sueños”, comentó el autor del emblema.