Para integrar y potenciar las áreas ambientales, la Municipalidad de Córdoba avanza en la construcción de la nueva sede central del Instituto de Protección Ambiental y Animal (IPA). Está ubicado entre Avenida del Piamonte, Anta y Juan Hauling, en barrio Quebrada de las Rosas.
La futura central del IPA se pensó buscando la sustentabilidad. Para ello se planteó un sistema de construcción mixto, el uso eficiente de la energía sumando paneles solares, además del reaprovechamiento de aguas grises para riego.
“Esta es una de las obras más emblemáticas de la gestión del intendente Martín Llaryora en el ambiente. Será la sede del IPA, creado hace poco menos de dos años para fiscalizar y monitorear los factores ambientales que inciden en la calidad de vida de nuestra ciudad”, fundamentó durante el recorrido de obra Jorge Folloni, secretario de Gestión Ambiental y sostenibilidad del municipio.
Se trata de dos edificios que rescatan estructuras de hormigón existentes en la zona, a las que suman contrapisos de hormigón armado. El trabajo se completa con muros interiores y exteriores Steel Frame, diseñado con perfiles de acero y placas de múltiples capas. Es un moderno sistema de construcción en seco de gran durabilidad, flexibilidad y que reduce el descarte de materiales. Sobresale en eficiencia térmica y acústica, generando un gran ahorro energético en sistema de calefacción y refrigeración.
Guillermo Díaz Cornejo, director general del IPA, valoró la obra como un “moderno edificio equipado con oficinas acordes al trabajo en el siglo XXI”, destacando su integración en el futuro Polo Ambiental Córdoba. “Todo este conjunto del Polo Ambiental va a ser un faro que posicionará a Córdoba como una de las ciudades más sostenibles y ambientalmente más amigables del país”, sintetizó.
En la obra se emplean ecoladrillos de la firma 3C, que reutiliza envases y materiales plásticos. El techo es de chapa con un relleno poliuretano para dotarlo de una mejor aislación térmica.
El uso eficiente de la energía se potenciará mediante paneles solares que solventarán una parte del consumo eléctrico del edificio con esta energía alternativa.
A su vez, se montará una cisterna para la acumulación del agua de los lavabos, que posteriormente se reutilizará para el riego de los espacios verdes.
En esta sede central del IPA funcionará el Área de Fiscalización y Control, donde se gestionan los reclamos ambientales de la ciudad y se lleva adelante el monitoreo ambiental.
“Sin fiscalización, un ambiente sano no es posible”, expresó Díaz Cornejo respecto a la importancia de la medición y el control para el efectivo cuidado del ambiente, tarea que consideró “una obligación de todos”.
Los espacios
El primer edificio en la planta baja agrupará el área administrativa, sanitarios, vestuario, depósitos y cocina kitchenette. La planta alta contendrá una sala de conferencias y el Centro de Monitoreo Ambiental.
Contará además con un auditorio para promover actividades de capacitación, recreación e intercambio, sumando a su vez un mirador con vista única de la ciudad. Ambos pisos tendrán una superficie cubierta de 371 m², más el sector de terrazas, rampas, senderos y veredas.
El otro edificio en su planta baja ubicará el área administrativa, sanitarios, depósitos y cocina kitchenette. En el entrepiso estará la Sala de Observatorio Ambiental. En total serán 181 m² más los espacios de circulación.
El Instituto de Protección Ambiental tiene a su cargo la dirección de la Patrulla Ambiental, el Jardín Botánico y la Universidad Libre del Ambiente. Esas tres instituciones van a estar conectadas por el Polo Ambiental Rubén Américo Martí.