El celular acaparó el interés de los clientes y basó su morfología en cuatro principios básicos del diseño que Denes enumera: “desmaterialización –ya que se usa menos materiales para fabricarlos-, integración de funciones –todo en uno-, optimización de funciones y multifunción. “Los celulares son tan útiles para las personas que se han convertido en una extensión del ser humano y por esa razón son tan necesarios”.
No obstante, la penetración del uso del celular es tal que comenzó a fusionarse con dispositivos que adaptan los móviles a un objeto que simula la fisionomía de un teléfono fijo, pues, el hábito y comodidad de hablar con el tubo o el inalámbrico no pasa de moda. Lo cierto es que sus tamaño y morfología son los ideales para realizar llamadas cuando la persona no se desplaza. El celular, en cambio, viene a salvar la necesidad de comunicación a distancia en movimiento.
“Hoy se pueden lograr reminiscencias a tiempos pasados y mucho de ello decanta en el retroart tan de moda hoy por hoy”, comienza a explicar el socio de D+Tres Ricardo Denes quien prosigue: “más que un objeto de uso cotidiano, el diseño lo está comenzando a ver como un objeto de decoración, de ahí los tantos modelos que hoy existen en el mercado”.
¿Aló, aló? La vuelta de los teléfonos fijos
El celular acaparó la mayoría de las comunicaciones cortando con la hegemonía del teléfono fijo. Sin embargo, el diseño no desatendió este objeto de uso cotidiano y ordinario para convertir la experiencia de una llamada telefónica en algo especial. En los objetos de deseo de esta semana, la reinvención de los fijos. Mirá.