Como es de conocimiento público, la inflación argentina se encuentra en aproximadamente el 30% anual. La pregunta que surge a partir de este dato, es ¿cuánto tardará nuestra inflación en reducir a la mitad nuestro dinero, si la misma se mantiene a este ritmo? Para ello, basta con dividir el número 70 con la tasa de inflación esperada.
En efecto, asumiendo que estamos con una tasa de inflación del 30% anual, debemos dividir 70 entre 30 y nos daría como resultado 2,3. Esto significa, que a este ritmo inflacionario, en sólo 2,3 años un billete de 100 pesos representará el poder de compra que hoy tiene un billete de 50 pesos. Es decir, en poco más de dos años, el valor de nuestro dinero se reducirá a la mitad.
Ésta es una muestra más, para todos aquellos que logran poder de ahorro en términos de pesos, de lo importante que es refugiar ese dinero contra la presión inflacionaria. Todos sabemos que no es fácil, sin embargo, es necesario hacer algo. Actualmente, para no perder poder adquisitivo en el tiempo, como mínimo, deben buscarse inversiones que nos permitan retornos en dólares o bien retorno de al menos un 35-40% anual en pesos, para que después de pagar impuestos y teniendo en cuenta la inflación, estemos seguros de no perder dinero.
Mucha gente, sin cultura financiera y que no se fía de los bancos prefiere meter el dinero bajo el colchón. ¿Hacen bien? La respuesta es claramente, NO. Si meten $ 10.000 debajo del colchón y no los invierten, dentro de 2,3 años, sería como si tuvieran $ 5.000 únicamente.
En conclusión, si bien es posible que muchos de los lectores tengan presente esta realidad, siempre resulta importante refrescarla y saber que no podemos quedarnos de brazos cruzados a la espera de vaya a saber qué... lo concreto es que debemos poner manos a la obra en potenciar nuestra formación y cultura financiera si es que no estamos dispuestos a que por “arte de magia” o mejor dicho por efecto de la inflación, en dos años necesite contar con el doble de capital para poder comprar lo mismo que puedo comprar hoy con el capital que ya tengo.
¡Buen fin de semana!