En Latinoamérica es el primer interruptor creado con tecnología táctil, está formado por una pieza de vidrio blanca, negro o bordó (por el momento los tres colores que se fabrican) y en el interior tienen un led azul que ilumina el símbolo de encendido o apagado, cuando se apoya el dedo sobre él se prende o apaga la luz. Admiten entre 10 a 220 v y se consiguen en las casas de electricidad. Según la información de Polo Positivo en Córdoba, los de un punto cuestan $ 271 y los de dos puntos $ 348. Es un detalle que llama la atención por su sencillez y a la vez elegancia, bueno… convengamos que el vidrio se lleva gran parte del mérito. Pero más allá de eso, la placa está diseñada con gran esmero, es plana con bordes suavemente biselados y se encastra con la pieza principal.
La lista de ventajas y desventajas de la tecnología táctil está bastante equilibrada: se puede usar como control de cualquier tipo de dispositivo electrónico, lo cual permite una amplia variedad de aplicaciones –como se mencionó al comienzo- y reduce dispositivos periféricos, en este caso puntual del interruptor permite que las superficies continúen la forma plana de una pared, por ejemplo. La contra que tiene es que son susceptibles a la suciedad y las altas temperaturas. De todos modos es un detalle sofisticado que complementa estéticamente.
¿Hasta dónde llega el “touch”?
(Por Sara Bongiovanni) La tecnología con pantalla táctil, conocida por su nombre inglés “touch screen” tuvo sus primeras apariciones en artefactos de uso diario como celulares y computadoras, entre muchas otras. ¿Sabés hasta dónde llega? Hasta los interruptores de luz, de la mano de Teclastar, una empresa argentina dispuesta a trascender y sacarle el jugo a las nuevas tecnologías.
La línea Minimal Touch, es súper elegante, y complementa cualquier proyecto de iluminación.