En pocas palabras es un sistema de revestimiento de aplicación magnética, ideal para pisos, paredes, techos, cabecera de la cama, puertas y muebles. Compuesto por un soporte de chapa galvanizada que se fija a la superficie pegado o atornillado y las placas móviles de cuero de 1cm de espesor, de 60 x 60 cm hasta de 1.10 x1.10 m. La cara posterior es un imán con un fuerte poder magnético, lo cual permite modular y variar los diseños a gusto.
Es un producto argentino y se fabrica con cuero curtido argentino de la firma Antonio Espósito S.A. La maleabilidad de los componentes permite su uso tanto en superficies planas o curvas, en este caso mejor si son amplias.
Los mosaicos de cuero se consiguen en una amplia variedad cromática aunque los demandados son visón, blanco, croco, suela y marrón. Además se pueden elegir con pelo, sin pelo o acolchados, o bien combinar tonos negro y rojo, o verde, o azul, es decir, no hay límites para el diseño.
Al margen de aportar una estética sofisticada tienen otras prestaciones como la absorción acústica, ideal para auditorios por ejemplo.
El costo –aunque varía de acuerdo a cada proyecto, tamaño y diseño- ronda los US$ 350 y US$ 520 el m2. En Córdoba, Julia Sol es representante exclusivo de este producto.
Interiores en cuero
(Por Sara Bongiovanni) Del abanico de revestimientos, estos son sin dudas fuera de serie. Sin ánimo de motivar predilecciones, vale la pena saber de su existencia: se llaman Pampa Tiles, se producen en Argentina con cuero vacuno curtido y otra versión de símil cuero. Hay variedad para todos los gustos, en colores y texturas con pelo y sin pelo, e incluso se pueden aplicar estampas o grabados. Y así como es fácil describirlos, la colocación también lo es, porque la cara posterior es imantada.