Mil Grullas y una taza de té vendió 1.200 kilos de té en 2017 y este año apostó a abrir una franquicia en Buenos Aires. “Lo inauguramos en junio en Palermo Soho y la estrategia de negocios se enfocó en elegir un lugar con gran afluencia de consumidores de blends. En el mundo de los tés, la ubicación es casi tan importante como la calidad”, afirma Duilio Di Bella, propietario de la tienda de té en Córdoba.
Los precios de los tés son accesibles y vienen en distintas presentaciones; una lata de 50 gramos cuesta $ 250, un pack de 50 gramos que viene en una bolsa laminada sale $ 200, uno de 75 gramos cuesta $ 250 y un pack de 100 gramos $ 350.
“Con el aumento del dólar este producto se volvió más costoso porque es importado, en el último mes aumentó el 50% el precio de los insumos”, explica Duilio. En ese contexto, el secreto de hacer rentable un producto relativamente económico es generar mucha rotación. “Además el nuestro es un producto que tiene un alto valor agregado, se trata de un producto de alta gama”, destacó.
Mil Grullas comercializa mayormente blends propios, aunque algunos son adaptaciones de catálogo. “Importamos tés de uno de los tres proveedores más importantes del mundo con sede en Hamburgo, en Alemania”, señaló Di Bella. Entre las variedades que ofrecen están los exóticos y frutales como Amazonia, Corazón Salvaje o Kafka en la orilla; intensos y dulces como Enviados del Karma o Atardece en Dublín; puros del mundo como Negro Darjeeling, té blanco; frescos y florales como el Nombre de la Rosa, Eterno Resplandor; los tradicionales Chai como African Chai o White Chai y las clásicas infusiones serranas de Córdoba.
Pioneros. Mil Grullas fue la primera tienda de té de la ciudad de Córdoba. “Cuando abrimos en Belgrano 893, en abril de 2010 en barrio Güemes, le compraba a un proveedor que era importador de té y había otros dos que lo traían a Argentina, una era Inés Berton, la argentina más famosa en el mundo del té de Tealosophy y la otra Teeson”, recuerda Duilio.
La decisión de incursionar en este rubro estuvo vinculada con la búsqueda de armonía personal y un cambio de estilo de vida. “Fue una mezcla de oportunidad de negocio y gusto personal. Yo era gerente general y socio en la agencia de publicidad Romero Victorica. Luego abandoné la publicidad por el estrés que me generaba este trabajo, me tomé un año sabático y nunca más volví”, relató Duilio.
“Un día fui a proponerle a Inés comprarle su marca y ella me dijo: para venderte y que pongas tu marca propia y después seas mi competencia no te vendo. Y mirá las cosas de vida, después de ocho años, el 9 de junio, abrimos una franquicia en Palermo Soho, que está a media cuadra del suyo”, dijo Duilio.
Duilio Di Bella, junto a la diseñadora Isabel Peralta y Marcela Peralta (dueñas de la Casa de Té de Mil Grullas y una taza de té), son los inspiradores de Mil Grullas que se lanzaron en 2009 a descubrir el mundo de los blends. Después abrió la primera casa de té al frente de la tienda y luego el segundo local en la misma galería sobre Belgrano. La estética de ambos bares fue creada por Isabel Peralta, una reconocida diseñadora que hizo de Mil Grullas un espacio donde tomar el té se transformó en una experiencia.
Alquimia. El empresario dice que en los comienzos de la tienda las que más consumían eran mujeres jóvenes, integrantes del mundo LGBT y viajeros. “Actualmente, un 70 por ciento de mujeres y 30 por ciento de hombres; el té comenzó a reemplazar al vino, porque también se puede degustar y es más saludable”, comparó Di Bella.
Muchos blenders surgen de la idea de alguien que tiene un espíritu de diseñador. Y su marca tiene que ver con su personalidad. “En cambio, en nuestro caso tiene mucho de alquimia y nuestra marca está diseñada hacia el consumidor”, distinguió.
Di Bella añadió que en Mil Grullas todos los ingredientes que tienen los tés están identificados en la etiqueta. “Nuestro objetivo es que los té en hebras dejen de ser un privilegio o un secreto de pocos para que sea un placer de varios”, remarcó convencido.