Ya sea para un local, una cadena o una franquicia, Mr. Comanda es el elegido en el rubro gastronomía y retail. “Es muy intuitivo, práctico y confiable. Además, nuestro servicio está disponible los 7 días de la semana en horario extendido”, detalla Jorge Prieto, CEO de la solución. “La clave fue siempre conocer cuáles son los puntos críticos del rubro para así poder brindar las herramientas para gestionarlo”, explica.
A comienzos de los 90s, Mr. Comanda inició sus actividades a raíz del requerimiento de los bares y restaurantes de Córdoba.
En la actualidad, si bien Córdoba sigue siendo una plaza fuerte, desde donde opera con oficinas propias al igual que en Buenos Aires, el crecimiento es a lo largo y ancho de todo el continente.
“En Chile, Colombia y Ecuador contamos con oficinas propias, y en Bolivia, Paraguay, Perú, y Uruguay a través de partners. Ahora también estamos nacionalizando Mr. Comanda para México”, anticipa Prieto.
Una buena parte de sus clientes son cadenas con muchos locales, como por ejemplo, Vía Verde, Helados Bariloche, Cervecería Peñon, Mostachys, entre otros. “Muchos de esos clientes emiten más de 2.000 tickets por día”, destaca Prieto.
Si bien Mr. Comanda está dirigido a los mercados de la gastronomía, como restaurantes, fast food, delivery, panaderías, heladerías y vinerías, la solución es aplicada también en discotecas, casinos, tiendas de ocasión, market, mini market, kioscos y similares. “Tenemos soluciones específicas para cada mercado en el que operamos”, explica.
El software permite realizar la gestión de los locales desde la central, lo que ahorra enorme cantidad de tiempo para agregar productos o cambiar precios, por ejemplo.
Mr. Comanda permite ver en línea la información de ventas, compras e inventarios de los locales en la central. Además dispone de una opción de consulta a través de la descarga de una aplicación para Android o iOS.
“Tenemos una solución con precio/prestaciones que se ajusta a los requerimientos de cada cliente, con precios que van desde los $ 790 más IVA por mes”, concluye Prieto.