De esta forma, Onas combina el tradicional hostel con la incorporación de suites ejecutivas que apuntan a visitantes con un perfil ejecutivo y a turistas que buscan confort y servicios de calidad.
Con un lobby que invita a sentarse en sus cómodos sillones y un living acogedor ideal para tomar algo, los espacios comunes de Onas también incluyen un deck, pileta y quincho que facilitan el intercambio de experiencias y anécdotas de viajes entre los turistas. A esto se le agrega la inauguración de suites exclusivas para que los visitantes se sientan más que “como en su casa”, en un paraíso soñado.
Onas también ofrece la posibilidad de realizar eventos como cumpleaños, despedidas de solteros, casamientos y almuerzos para grupos empresariales, música en vivo, presentación de libros y otras actividades culturales en un ambiente distendido y relajado. Además se brinda el servicio de asados gourmet para empresas que se realizan bajo el formato de mesa imperial con todo incluido (rondan los $ 1.200 por persona).
“Estamos rankeados dentro de los 25 hostels en Hostelworld.com y en nuestro caso nos diferenciamos por el diseño y el concepto que tenemos”, explica Bryan Lacuara, brand manager del complejo que en enero de 2019 cumple tres años.
En la ciudad si bien este tipo de alojamiento recibe a personas de todo el mundo, la afluencia de turistas es principalmente nacional: el 80% de clientes proviene de Tucumán, Mendoza, Rosario y Buenos Aires. Y el 20% es de origen extranjero, particularmente de Chile, Inglaterra y Francia.
“Los fines de semana las reservas están completas. Nuestro desafío es que haya más afluencia de turistas también durante la semana. Por eso decidimos brindar una nueva propuesta vinculada a la incorporación de habitación en suite y menos habitaciones compartidas”, explica Lacuara.
El hostel funciona en una de las casas emblemáticas de los 80 del Cerro de Las Rosas que era propiedad de Armando Pérez, el ex presidente de Belgrano. La arquitectura de este espacio es de Manuel Roque Allende y el diseño posmoderno es de Eugenia Beltrán y Pilar Carranza de The Atar “Arte y Diseño”.
Entre los espacios más eclécticos, está una imponente lámpara con una torre Eiffel boca abajo que ilumina el sector de la escalera, un altar con velas que alumbra un cuadro del cantante Michael Jackson y en el patio, la imponente escultura de un Buda que da la bienvenida al lado de la pileta.
Más suites y menos dormis
Los hostels surgieron en sus comienzos como una alternativa de alojamiento económico para backpackers, mochileros, y los jóvenes que buscaban conocer personas de otras culturas.
“Actualmente los visitantes prefieren hospedarse en hostels económicos pero también buscan confort y servicios más personalizados”, dice Bryan.
“Hasta hace poco teníamos seis habitaciones compartidas para 36 personas y tres suites para seis. Ahora incorporamos siete habitaciones en suites con todas las comodidades y tres habitaciones compartidas, una para ocho, otra para seis y una para cuatro personas, todas con baño privado”, enumera Bryan.
El hostel tiene capacidad para albergar a cuarenta visitantes. Los nombres de las suites son todos de diferentes culturas: La Follie, La Nórdica, Tulum, Garden, Dreams, La Onas y La Marroquí. El costo de las suites varía según el tamaño; la más chica cuesta $ 2.000 la noche, las medianas salen $ 2.300 y la más grande $ 2.700 todas con IVA Incluído. Se abona en efectivo, con tarjetas de débito y de crédito. El costo de los dormis es de $ 500 por noche con desayuno incluido.
La idea es generar nuevos contenidos al espacio del hostel que cuenta con un gran espacio en la entrada donde se realizan eventos al aire libre. “Próximamente abriremos una puerta ventana para integrar el bar interno con el deck externo que da a la avenida Rafael Nuñez”, finaliza Bryan.