Las cuadrillas de bacheo son de pocas personas, es un trabajo al aire libre y de bastante poco riesgo. La poca afluencia de autos convierte estas dos semanas más de cuarentena en una "ventana de oportunidad".
Entre las ideas que los intendentes y gobernadores deben presentar al gobierno nacional, bien se podría sumar un plan de bacheo y demarcación horizontal (de paso, podríamos ajutas la demarcación vertical). Como no hay tiempos para licitaciones y son trabajos "livianos", el contralor de estas obras debería ser abierto a todo el público y estar sujetas a revisiones posteriores por los órganos administrativos.
Habría que encontrar la vuelta para que los pagos (o adelantos) se realicen al finalizar cada semana, para dar fluidez al costado social de la iniciativa: mover mano de obra de la construcción hoy paralizada.