Los subsidios a la energía cayeron un 18% interanual en el primer cuatrimestre del año, del equivalente en dólares a u$s 3853 millones de 2022 a u$s 3151 millones entre enero y abril de 2023, con criterio "devengado". Hasta el 22 de mayo inclusive, el mes pasado sumaba otros u$s 1326 millones, para llegar hasta casi 4500 millones de dólares de subsidios energéticos en lo que va de este ejercicio, según la consultora Economía & Energía, que dirige Nicolás Arceo.
Buena parte de ese ahorro fiscal corresponde a la baja a la mitad en los devengamientos a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), del equivalente a 3270 millones de dólares a u$s 1641 millones en los primeros cuatrimestres de los últimos dos años se tradujo en un atraso en los pagos del Tesoro Nacional a las generadoras eléctricas como Central Puerto, Pampa Energía, AES, Enel, YPF Luz, Albanesi y otras firmas.
Por otro lado, en términos interanuales hubo un crecimiento de los subsidios pagados a Energía Argentina (Enarsa), de 331 a 1214 millones de dólares, para el pago de los barcos con gas licuado (GNL), cuya compra se anticipó en el verano.
Segmentación de tarifas
Dentro del renglón Cammesa se contabiliza las menores transferencias del Estado por los hogares, en donde la segmentación de tarifas determinó una suba del 52% interanual en el precio de la energía, fundamentalmente por un salto de 154% para los usuarios residenciales de ingresos altos (Nivel 1).
El precio de la energía eléctrica subió un 52% interanual para los hogares, por la quita de subsidios a los usuarios de altos ingresos. Sin embargo, la tendencia en el corto plazo podría revertirse, si el resto de los hogares no tiene aumentos al mismo ritmo que la inflación y la devaluación.
El último aumento fuerte de las tarifas para este segmento sucedió en mayo; desde entonces, el 30% de los hogares del país ya no tienen subsidios ni a la energía eléctrica ni al gas natural. A partir de ahora, cada tres meses (agosto, noviembre, febrero y mayo de cada año) el precio mayorista de la electricidad se ajustará por las tasas de inflación y devaluación, algo que igualmente está sujeto al calendario electoral.
Con todo, la meta fiscal con el Fondo Monetario Internacional (FMI), hoy en revisión, establece un tope a los subsidios del equivalente a 1,6% del Producto Interno Bruto (PIB), que sería en torno a los 10.000 millones de dólares.
Los analistas de la consultora Economía & Energía observaron que de persistir la tendencia hacia el abaratamiento del precio estacional de la electricidad y del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) en los hogares de menores recursos (ingresos medios y bajos, Nivel 3 y 2 de la segmentación), "la posibilidad de continuar disminuyendo los subsidios a la energía será sumamente acotada".
Las condiciones climáticas juegan un rol preponderante en la oferta y la demanda de energía, tanto por el lado de una mayor disponibilidad de agua para el turbinado de las represas hidroeléctricas, sol y viento para la generación de energías renovables, así como por el uso más intensivo de electricidad y gas para aclimatar las viviendas.
En ese sentido, Economía & Energía notó que la temperatura media de los primeros meses del año fue de 24,7°, casi dos grados más que en los años previos, lo que expandió un 11% la demanda eléctrica (20% en hogares).
La continuidad de altas temperaturas en el otoño hizo que el consumo residencial de gas cayera unos 40 millones de m3 diarios contra el año pasado, por lo que hay mayor cantidad de gas disponible para centrales térmicas y menor uso de combustibles líquidos (gasoil y fuel oil) para la generación eléctrica, lo que ayuda a disminuir las importaciones para reponer stocks.