El presidente, Alberto Fernández, anunciará el jueves los lineamientos de los Acuerdos Básicos de Solidaridad en la Emergencia, que adelantó en su discurso de asunción. Se materializará así la presentación de un plan económico integral y la formalización del pacto social.
El congelamiento de precios y tarifas junto a un aumento de los salarios y las jubilaciones más bajas se implementará dentro de un plan integral con "consistencia", que tenga en cuenta el tipo de cambio y aspectos monetarios, fiscales y sociales.
Según dijo el nuevo jefe de Estado en el Congreso, serán convocados todos los sectores involucrados (gremios y empresarios) al lanzamiento del pacto social, del que se habló en los últimos cuatro meses.
Fernández explicitó: "Los Acuerdos Básicos de Solidaridad en la Emergencia serán el punto de partida para detener la caída libre de la situación que recibimos. Saldremos de ese cuadro con el consenso y de manera paulatina y sostenida".
"Resulta fundamental recuperar la economía. Una macroeconomía ordenada es una condición necesaria para dejar lugar a la creatividad de las políticas en pos del desarrollo. No hay progreso sin orden económico", subrayó.
Al igual que en una entrevista radial reciente, el Presidente destacó: "Quiero que todos comprendamos que el gobierno que acaba de terminar su mandato, ha dejado al país en una situación de virtual default".
"Por momentos siento estar transitando el mismo laberinto que nos atrapó en 2003 y del que pudimos salir con el esfuerzo del conjunto social", recordó el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
"Para reordenar a la economía necesitamos salir de la lógica de más ajuste, más recesión y más deuda que se ha impuesto en los cuatro años que hoy acaban. Vamos a proteger a los sectores más vulnerables. Los únicos privilegiados serán quienes han quedado atrapados en el pozo de la pobreza y la marginación", prometió.
El mandatario fue claro en cuanto a que les dará prioridad a los relegados y quienes tendrán que poner el hombro son los sectores que "más tienen".
Se perfila un aumento de impuestos a los patrimonios, además de la suba de los derechos de exportación (retenciones).