Con el cambio de gobierno y tras declaraciones que abren la puerta a un posible aumento de derechos de exportación para cereales y oleaginosas, productores y exportadores muestran su preocupación respecto de las reglas de juego futuras.
"En un escenario con restricciones administrativas y mayor presión tributaria, y sin acceso a un mercado cambiario libre, se contraería la producción de maíz en 15,1 millones de toneladas", indicó un informe elaborado por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y UBATEC.
Traza, además, un panorama complejo si se diera esta situación, con impacto en el conjunto de la economía. "El Valor Bruto de la Producción con relación al escenario base caería en $ 203.813,3 millones (a precios de hoy), unos US$ 3.437 millones", señala el informe, al tiempo que la inversión "disminuiría en $ 19.530 millones" y se perderían 19.353 puestos de trabajo directos e indirectos.
Tomando un escenario base para la campaña de maíz 2019/20, que prevé 6,4 millones de hectáreas sembradas y un rinde de 8,1 tn/ha (promedio de campañas 2015/15 a 2016/17) la producción de maíz treparía a 50 millones de toneladas.
Sebastián Senesi, director del Programa de Agronegocios de la FAUBA, indicó que el estudio analiza qué pasaría con la producción dependiendo de las decisiones que se tomen sobre tres puntos, los derechos de exportación, las restricciones al comercio internacional (ROE) y un mercado cambiario muy regulado.
En el primer escenario (sin retenciones a maíz y derivados hasta 2023/24) crecería el área sembrada y mejorarían los rindes, llevando la producción a 57 millones de toneladas. En cambio, con suba de derechos y nuevos controles, la producción caería a 34,9 millones de toneladas, 30,2% menos que hoy.
"En función de estas tres variables, si la situación volviese a 2015 eso tendría un impacto negativo, no sólo para el sector de maíz y el agro, sino con impacto para el resto de la economía", señaló Senesi.
Si hubiera una reducción de la producción de maíz, que FAUBA estima en 15 millones de toneladas se perderían "unos 20.000 puestos de trabajo directos e indirectos", precisó el experto. Además el valor bruto de la producción (VBP), esto es, lo que genera la cadena del maíz "caería en unos u$s 3500 millones, la generación de valor agregado bajaría en unos u$s 1800 millones y habría una pérdida de potenciales inversiones cercana a los u$s 270 millones".