Sin acuerdo en paritarias, Aerolíneas Argentinas se podría enfrentar nuevamente a demoras, cambios de terminales, cancelaciones y hasta suspensiones de vuelos.
Luego del cronograma de asambleas que llevaron a cabo los gremios aeronáuticos en reclamo de aumentos salariales durante agosto en Córdoba, Mendoza, Aeroparque y Ezeiza, la aérea de bandera citó el lunes a los sindicatos, que denuncian un atraso del 70% en el sector. Aún no hubo acuerdo.
Las partes se encontraron ayer y, ante la falta de una solución al concluir la jornada, la empresa volvió a citar a los sindicatos este martes. Finalizada la primera audiencia del conflicto, los gremios del sector adelantaron a última hora del lunes que la insistencia en la propuesta de la compañía "nos obliga a analizar nuevas medidas gremiales hacia el futuro inmediato".
De hecho, ya circula un cronograma de "medidas legítimas de acción sindical" para septiembre, que contempla la afectación de despegues de aeronaves, la restricción a la autorización de aviones y vehículos en tierra, así como también la negativa a recibir ni transmitir planes de vuelo. Algunas de estas medidas aplicarán para toda la aviación comercial, mientras que, otras, serán sólo para la actividad internacional.
"La compañía insiste en formular una oferta insuficiente que no toma en consideración la evolución de la inflación y el consecuente deterioro de nuestros salarios", expone uno de los comunicados del sindicato, firmado por APLA (pilotos), UPSA (Unión del Personal Superior y Profesional de Empresas Aerocomerciales), Aeronavegantes y APA (personal aeronáutico).
Esta noticia llega en un contexto en el que el secretario de Transporte Franco Moguetta confirmó que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), volverá a labrar actas de infracción a las empresas aéreas que cancelan o cambian de itinerario sin previo aviso. Este es el único modus operandi que tienen las aerolíneas ante los cambios de horario repentinos de las asambleas por parte de los gremios.
Según la entidad a cargo del mercado aerocomercial local, se trata de actas que no se realizaban desde 2020 y tienen el objetivo de, no solo proteger al pasajero, sino que también, garantizar el cumplimiento de los servicios de las empresas en tiempo y forma.
En agosto, como consecuencia de los diferentes paros y asambleas, se labraron siete actas; tres de ellas correspondieron a Flybondi, dos a Aerolíneas Argentinas y dos a JetSmart. Según datos de la ANAC, se cometen más de 50 infracciones de este tipo en promedio por mes.
Paros encubiertos, denuncias y un gasto extra de u$s 500.000
La semana pasada, Aerolíneas Argentinas comunicó que la serie de paros que realizaron los gremios desde el 19 hasta el 30 de agosto representó un gasto extra de, aproximadamente, u$s 500.000 (por encima de los $ 500 millones) para la compañía estatal, si se suman los gastos en hotelería, comidas, traslados, multas, entre otros.
Esta reacción de la compañía fue una respuesta a lo que la misma aérea calificó como "paros encubiertos". Sucede que, si bien los gremios habían adelantado los horarios de las asambleas informativas que llevarían a cabo durante el mes pasado en las diferentes terminales del país, al momento de realizarlos, retrasaron y, en ocasiones, cambiaron los horarios. Esto afectó directamente al organigrama de vuelos planeados con anterioridad, aun teniendo en cuenta los reclamos sindicales.
Estas dificultades, según reveló Aerolíneas, se dieron la semana pasada en los aeropuertos de Córdoba, Mendoza y Ezeiza, lo que causó demoras en 12 vuelos, afectó a cerca de 1500 pasajeros de cabotaje y a otros 2000 viajeros internacionales.
"Después de haber reprogramado todos los vuelos afectados por las asambleas gremiales anunciadas con más de dos semanas de anticipación, los gremios aeronáuticos APLA (pilotos) y AAA (tripulantes) modificaron los horarios de las medidas de fuerza para forzar nuevas demoras y cancelaciones con el claro objetivo de perjudicar directamente a los pasajeros de Aerolíneas Argentinas, en lo que se constituye como un paro encubierto", comunicó la aérea de bandera en ese entonces.
Casi al mismo momento, la Secretaría de Transporte contraatacó y anunció que, "tanto Aerolíneas Argentinas, como Intercargo, descontarán del sueldo las horas y/o jornadas no trabajadas". En total, entre las dos compañías se aplicaron descuentos a 425 trabajadores por incumplir con sus tareas, de los cuales 200 de Aerolíneas Argentinas están ligados a APLA y AAA, mientras que, en Intercargo, alcanzaron a 212 trabajadores vinculados a APA y a 13 de UPSA.
A su vez, tanto Aerolíneas, como Intercargo, denunciaron a los gremios ante la Secretaría de Trabajo del Ministerio de Capital Humano y los acusaron de llevan adelante un paro encubierto, realizado bajo la excusa de supuestas asambleas informativas entre el 19 y 30 de agosto.
La empresa estatal encargada de prestar servicios de rampa hizo lo propio, pero acusó a los sindicatos -APA y UPSA- de haber "abusado de las asambleas para provocar interrupción en los servicios que prestan".