El histórico alfajor Grandote podría desaparecer. Productos La Nirva SA, fabricante de la conocida marca, paralizó su producción hace un año y les adeuda cinco quincenas a sus empleados, además del aguinaldo, según detallaron los delegados de la compañía a diferentes medios. Cheques rechazados, facturas impagas y juicios laborales por $ 12,5 millones desembocaron en la actual situación concursal de la empresa, que acumula una deuda bancaria de $ 38,7 millones.
La firma nació en 1993 de la mano de las familias Cavallo y Conde Hernández y creció en línea con sus productos estrella: los alfajores Grandote y la línea La Recoleta. Sin embargo, la situación económica llevo a que sus dueños vendieran la sociedad al Grupo Blend por US$ 8 millones, a pagar en siete cuotas, en marzo de 2017. Matías Pérez Paradiso, actual titular de La Nirva, adquirió el 81% del capital social y votos.
La crisis no acompañó el plan. Según afirma el propio Pérez Paradiso en uno de los documentos judiciales de la causa de pedido de procedimiento preventivo de crisis, la compra de la compañía “se ejecutó coetáneamente con el inicio de una seria crisis que concluyó con una brutal devaluación y otras medidas que no dieron los resultados esperados”. Esto desembocó en la solicitud concursal tras entrar en cesación de pagos en agosto de 2018, el cual fue abierto en marzo de este año por el Juzgado Nacional en lo Comercial N° 7.
De acuerdo a lo denunciado por los empleados de la firma, los nuevos dueños optaron por frenar la producción en octubre de 2018, además de despedir a 80 trabajadores. La empresa cuenta con una planta industrial de 6000 metros cuadrados ubicada en Lomas del Mirador, La Matanza, con una capacidad instalada de producción de 1,6 millones de unidades diarias.
En la causa, La Nirva asegura que posee créditos por juicios laborales por $ 12,5 millones. “Los compromisos financieros de la empresa habían alcanzado una magnitud que hacia difícil mantener las operaciones”, describen en la causa.
A esto se le suman reclamos, como el de Telefónica, que se presentó como acreedor en mayo de este año por una deuda en concepto de servicios telefónicos y de internet, por $ 5,4 millones. También el de Provincia Leasing por $ 5,7 millones luego de incumplir con sus obligaciones de pago respecto de un contrato de leasing que habían rubricado por una máquina para producir obleas.
A su vez, los créditos bancarios se fueron acumulando hasta, en algunos casos, volverse ‘irrecuperables’. De acuerdo a la información de la Central de Deudores del Banco Central (BCRA), la sociedad acumula deudas por $ 38,7 millones hasta agosto de 2019, del cual unos $ 15 millones son calificados en situación 5 (irrecuperable) y el resto en situación 4 (con alto riesgo de insolvencia). La más abultada es con el Banco de la Provincia de Buenos Aires por $ 7,5 millones.
Los ex dueños de la empresa reclaman también una deuda. Nicolas Cavallo, quien en su momento se desempeñaba como vicepresidente, señaló en la causa que hasta agosto de 2019 solo se habían abonado dos cuotas de la operación, por un total de u$s 1,5 millón. A septiembre, tendrían que haberse desembolsado alrededor de u$s 7,6 millones, con una última cuota en marzo de 2020 por u$s 1.325.000.
En tanto, la compañía solicitó que el concurso preventivo se realice de manera conjunta con el de Anamilo SRL, sociedad fundada por Pérez Paradiso y dueña de un 10% del capital social de La Nirva. Esta posee una deuda bancaria 'irrecuperable' por $ 24 millones.
“Antes éramos 140 trabajadores y ahora somos 65, nos deben $ 80.000 a cada uno. Hoy nos dicen que nos van a dar algo más de plata pero no lo que nos deben”, apuntó Marcelo Cáceres, delegado de la compañía.