Andes Líneas Aéreas está negociando con el gobierno de Chubut el pago de una deuda por combustible, que asciende a unos $ 280 millones, con los cuales la compañía podría hacer frente el pago de dos meses de salarios que debe a sus 320 empleados y contar con liquidez de cara al futuro, en un contexto complejo para las aéreas que operan en el país.
La aérea, que vuela a Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia en esa provincia, enfrenta tiempos difíciles, en virtud del fuerte alza de los costos por la devaluación del peso y la caída de los ingresos, por la baja de tarifas ante el ingreso de aéreas low cost.
Andes había acordado desde 2013 la entrega de pasajes a Chubut a cambio de un pago en combustible, que la provincia obtenía por regalías. Así lo hicieron durante 2013, 2014 y 2015. "En 2016 les entregamos 14.000 pasajes, equivalentes a 5900 m3 de combustible. Nos pagaron 400 m3, pero nos adeudan 5500 m3 desde 2017, que al valor de hoy equivalen a $ 280 millones", explicó Horacio Preneste, gerente general de Andes Líneas Aéreas, al ser consultado por El Cronista.
"En 2016 les entregamos 14.000 pasajes, equivalentes a 5900 m3 de combustible. Nos pagaron 400 m3, pero nos adeudan 5500 m3 desde 2017, que al valor de hoy equivalen a $ 280 millones", explicó Horacio Preneste, gerente general.
Chubut se comprometió en las últimas tres semanas a pagar una primera parte de la deuda, por $ 187 millones, pago que debería concretarse en estos días, según afirmaron desde la aérea. Pero aún no han recibido el dinero, que serviría a la compañía no sólo para saldar la deuda con sus empleados, sino también para tener capital para invertir en sus aviones propios y contar con liquidez para operar de acá en adelante.
"Con el 15% o 20% del total de la deuda ya podemos pagar los salarios adeudados. Hace 14 años que volamos a Chubut. No merecemos esto", agregó Preneste. "No queremos dejar de volar a la provincia, pero necesitamos que paguen la deuda", destacó.
El lunes, se cancelaron vuelos por la mañana, como consecuencia de una medida gremial. Y ayer no partió el vuelo a Puerto Madryn, según la empresa, por temas operativos "no relacionados a la deuda con Chubut".
Los pasajes que recibió Chubut eran utilizados para promoción turística de la provincia; para el sistema de salud, ya se ofrecían a bajo costo a pacientes que debían volar a Buenos Aires para tratamientos o estudios de alta complejidad, y, también, para el traslado de funcionarios o personal de la provincia.
En momentos complejos, con costos en fuerte alza por el dólar e ingresos a la baja, Andes ajustó su operación para poder seguir operando. Hace un año, la aérea que despegó en 2006 en Salta anunció un recorte del 40% en su estructura, como consecuencia de la caída de la demanda internacional. Tenía 490 empleados y hoy cuenta con 320; se quedó con los cinco MD-83 propios que tenía, devolvió los cuatro B737-800 que operaba en leasing y canceló las órdenes por dos B737 más con fecha de entrega a fines de 2018, para reducir costos y ajustar sus gastos.
Hace un año, Andes anunció un recorte del 40% en su estructura, como consecuencia de la caída de la demanda internacional. Tenía 490 empleados y hoy cuenta con 320; se quedó con los cinco MD-83 propios que tenía, devolvió los cuatro B737-800 que operaba en leasing y canceló las órdenes por dos B737 más con fecha de entrega.
Ahora, comenzó a vender los repuestos de los B737 que ya no necesita y mantiene dos MD operativos, mientras que otros dos están en mantenimiento, aunque, según Preneste, esperan poder operar cuatro de ellos para la próxima temporada de verano, si la demanda lo requiere.
Hoy, la empresa sigue volando a las rutas más rentables desde el Aeroparque Jorge Newbery: a Iguazú, Jujuy, Salta, Bariloche, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia; pero canceló las que tenían como destino a Mendoza, Córdoba y Tucumán, donde hay más competencia y menor rentabilidad, según la compañía. Además se discontinuaron los vuelos internacionales chárter, afectados por la fuerte caída de la demanda de viajes al exterior, por la suba del dólar.
A fines de 2017, la compañía había encarado un fuerte plan de expansión, al duplicar su flota y número de empleados y cuadriplicar rutas y pasajeros; pero debió dar marcha atrás en sus planes, en virtud de la fuerte suba del dólar desde mayo de 2018, alza que se disparó en agosto de ese año y, nuevamente, hace dos meses, tras las PASO, ya que la mayoría de los costos de las aéreas (combustible, tasas, leasing) cotizan en dólares, pero las tarifas locales lo hacen en pesos y a la baja, en virtud del ingreso de nuevos competidores low cost.