El mercado está expectante al pago del 29 de noviembre del Bonar 2018 por la magnitud de la amortización de capital y el impacto que podría tener en plaza. Es la mayor amortización desde el Bonar 2017, pero a diferencia de aquel bono, el actual está en un 97% en manos de tenedores locales.
El Fondo de Garantías de Seguridad (FGS) que gestiona la cartera de títulos de la ANSeS tendrá un shock de dólares y el mercado se pregunta qué hará el organismo con el desembolso del Bonar 2018, del que posee como titularidad en un 86%.
"Dado el nivel de tasas de mercado y la no necesidad de dólares a corto y mediano plazo por el acuerdo con el FMI, nos planteamos si el FGS, cuestionado por no poder gestionar la cartera de activos, tendrá autorización por parte del gobierno para usar los dólares de la amortización del bono para operar en el mercado comprando a precios muy bajos bonos a lo largo de la curva Argentina, si es que en realidad como dice el gobierno están cubiertos los pagos hasta diciembre de 2020, el fondo del ANSeS podría hacer diferencias importantes de capital y favorecer así a los jubilados durante 2019", precisa un informe de research de Bull Market Brokers (BMB).
El ANSeS recibirá un desembolso por u$s 2900 millones sobre un vencimiento de u$s 3370 millones. Si utilizara la totalidad de esos fondos, BMB estima que ANSeS podría cubrir 190 días de volumen promedio en el mercado de bonos en dólares local: "Esto es suficiente para hacer bajar el riesgo soberano en al menos 100 puntos, reduciendo drásticamente el riesgo país para los inversores del exterior, y principalmente para las empresas locales en proyectos de obra pública que requieren de un riesgo soberano menos a 500 puntos, cuando el actual es 660", agrega el trabajo.
El índice líder de la Bolsa porteña cedía un 0,95% por debajo de las 29.000 unidades con pérdidas de hasta 3% en los papeles del sector energético y bancario.
Si ANSeS utilizara esos fondos, podría crear demanda por el equivalente a la mitad de lo que tiene en Cartera PIMCO, Templeton o Allianz de títulos argentinos, y así volver además intra-estado hoy deuda en manos privadas, reduciendo los riesgos de desembolsos futuros de no renovación.
Según estimaciones de Bull Market, cada 6,4% que baja el riesgo soberano, el PBI de Argentina se incrementa en 1%. Si la elasticidad empleo-producto es de 0,4% cada 1% que se incrementa el ingreso nacional, una potencial baja del riesgo soberano de 670 a 570 puntos (-14,92%) por la intervención del FGS podría generar una suba del PBI en 2,33% y del empleo en 1,05%, creando trabajo para 65.050 personas en el sector privado registrado (no tiene en cuenta el efecto de la estabilidad en el mercado en negro laboral y el empleo público). Esto a su vez crearía un flujo por aportes jubilatorios de los nuevos empleos de $ 1900 millones anuales para el ANSeS sobre una base salarial nueva de $ 19.084 millones a valores actuales.
"El problema reside en si el FMI, como parte del acuerdo, obliga al FGS a reinvertir en un nuevo bono del Tesoro con colocación directa al ANSeS. Pero dado los desembolsos y los beneficios que podría tener en la estabilidad del mercado de bonos para futuras colocaciones, no vemos como el FMI no podría permitir la compra de bonos por parte de un organismo del estado, siendo que no es un uso directo de los desembolsos dado que el gobierno pagará el bono con dólares propios", advierte el paper.
El mercado reaccionaría inmediatamente a esto, reduciendo el riesgo soberano y permitiéndole al menos a las empresas volver al mercado de dólares. Algo similar que hizo Argentina en 2009 y marcó un piso definitivo luego de la crisis de deuda emergente. En aquel entonces, el BCRA fue un jugador activo en el mercado de deuda. Hoy esto no es posible, pero al existir el FGS administrador de los fondos, y ser más eficiente comprar contra una curva anómala y alta que suscribir emisiones por debajo de mercado, existe una oportunidad para terminar definitivamente con la crisis que azota a la Argentina desde abril de este año.
A largo plazo, la relación entre riesgo soberano y actividad económica es muy estrecha, principalmente por el lado de la inversión, que es entre el 19 y 21% del PBI. Una baja del riesgo soberano activa inmediatamente inversiones, principalmente en sector intensivos en capital y por lo tanto los que más pueden mover el producto. Pero se suma el esquema de PPP, que es además intensivo en trabajo, y que requiere dosis de inversión por u$s 6000 millones al año por parte del sector privado. Estos proyectos para activarse requieren de que el riesgo soberano baje de 660 a menos de 500 puntos en 2019, algo que en BMB creen que es posible con el FGS normalizando la curva Argentina y reduciendo el nivel de rendimientos gracias a un desembolso equivalente a la mitad de la tenencia de PIMCO.
El impacto en el riesgo soberano podría ser mayor debido a que esta intervención traería inversores locales hoy fuera del mercado ante la incertidumbre de un jugador importante haciendo pie en el mercado de bonos en dólares, además sería un gesto del gobierno hacia los acreedores sobre la solidez de sus argumentos de solvencia.