Teva es una compañía farmacéutica global centenaria con sede en Israel, que compite principalmente en la Argentina en el segmento de genéricos de marca y medicamentos de venta libre. Con marcas tan populares como el Armonil pero también con foco en sofisticados biosimilares, el laboratorio tiene importantes planes de inversiones para el país este año.
Según adelantó a El Cronista la flamante CEO de Teva para Argentina y Uruguay, Vanina Faillace, la compañía invertirá u$ 10 millones en su planta argentina de Villa Adelina, donde produce 96% de los medicamentos que vende en el mercado doméstico. Además, quiere convertir al país en un hub regional para empezar a exportar más y producir con mayor eficiencia.
El timing es fundamental. Con Javier Milei en el gobierno y la cercanía del Presidente con Israel, la empresa levantó el perfil y después de haber pasado un 2023 difícil en su balance, espera alcanzar objetivos en 2024, aun con los resabios del golpe de la devaluación y proyecciones de caídas de consumo en el mercado farmacéutico de 10%.
"El Gobierno se está ganando unos porotos positivos. Como multinacional, para nuestro headquater, son señales de una tendencia positiva. A nivel macro país, sobre todo es por promover un entorno de mayor competencia o eficiencia en el mercado", dijo.
Entrevista de El Cronista a CEO de Teva Argentina y Uruguay
-¿Cuáles son los planes de Teva en la Argentina?
-La empresa tiene 120 años a nivel global y en el país nos distingue que tenemos nuestra propia planta de manufactura, en Villa Adelina. Acá no solamente producimos sino también desarrollamos medicamentos. Tenemos un equipo de investigación y desarrollo bastante importante en la Argentina, que además trabaja también con fines de exportación al resto de América Latina y donde nuestra principal misión como multinacional -en un mercado emergente como Argentina- es brindar la garantía de medicamentos de altísima calidad a un precio accesible.
Tenemos una extensísimo portfolio de producto, más de 300 presentaciones farmacéuticas con protagonismo principalmente en áreas de patologías crónicas como puede ser diabetes, hipertensión, alergias, sistema nervioso central, entre otros, y tenemos alguna que otra marca libre que seguramente todos los argentinos tienen en su casa. Somos más conocidos por las marcas que por el nombre del laboratorio.
-¿Armonil es una de las estrellas del laboratorio?
-Es una marca que nos da mucho orgullo porque hace tres años, cuando llegué, era una marca que no tenía el mínimo de atención aunque se manufactura hace un montón de años en nuestra planta argentina. Pero a nivel negocio en realidad los productos estrella son sobre todo los productos crónicos, que se utilizan hace años, y varios lanzamientos de medicamentos de alta complejidad, en línea con la estrategia global de la compañía con un nuevo CEO que llegó hace dos años y que apunta a un portfolio de productos biosimilares y de alta tecnología e innovación.
-¿Esos productos se pueden fabricar en la planta de Villa Adelina?
-No, son la bajísima porción de productos importados que vendemos aquí. El 96% de los productos que vendemos en el mercado argentino, se elaboran en nuestra planta de manufactura argentina. Esto es también una de las estrategias que estamos implementando. La planta de Argentina vive y respira por el mercado argentino y donde de a poquito, empezamos a implementar algunos lanzamientos con proyectos confirmados de exportación al resto de América Latina.
-¿Qué tipo de proyectos?
-Ya tenemos tres países de Latinoamérica que confirmaron su interés y que van a estar en vías de registros, algunos ya los iniciaron. Principalmente, para medicamentos de patologías crónicas.
Para los próximos cinco años tenemos cuatro proyectos concretos de exportación de productos al resto de América Latina y obviamente en vías de traer nuevas transferencias tecnológicas de diversas plantas hacia Argentina. Esto va a traer beneficios en términos de la accesibilidad, que es la misión final, porque el poder manufacturar a escala nos permite también un mejor costeo y por ende una mejor accesibilidad para todos los argentinos.
Por otro lado, la generación de empleo en la Argentina. Cada uno de estos nuevos proyectos vienen, no solamente con mayor inversión en términos de innovación y tecnología, sino también mayores fuentes de trabajo para nuestra planta en el país. Lanzamientos tendremos principalmente en la línea de metabolismo y de sistema nervioso central y también tenemos algunas novedades para la familia Armonil, con algunas extensiones de línea.
-¿La Argentina es la planta más importante de la región?
-Tenemos una planta muy grande en Chile también, pero estamos en un proceso de armonización para direccionar los proyectos con foco en una mejora a nivel de eficiencia en general y de costos. Entonces, desde hace tres años, seleccionamos varios proyectos de moléculas crónicas súper importantes y que atienden enfermedades crecientes para las que ya se seleccionó a nuestra planta de manufactura argentina . Por eso, ahora dejamos de hablar de la planta como solamente Argentina, si bien se concentra principalmente lo que es el mercado argentino. De a poquito estamos haciéndola una planta mucho más fuerte en términos de exportación.
-¿Cuánto es la inversión que van a hacer?
-Es una inversión de u$s 10 millones aproximadamente, concentrado en los próximos tres años.
-¿Cómo les juega el costo argentino en la ecuación de negocio?
Son momentos. Hay algunos años dentro de las cuales quizás el tipo de cambio nos juega a favor y otros en contra. Nosotros estamos tratando de tener una mirada más a mediano y largo plazo. Entonces, Teva viene trabajando en este proyecto de armonización dentro del cual una molécula no se elabora en diferentes plantas sino que buscan mayores eficiencia por la localización como hub de exportación. En ese sentido creo que el equipo argentino fue súper rápido y de la mano de años de trayectoria y profesionalismo, de levantar la mano y presentarnos como grandes candidatos para poder ser los principales elaboradores a nivel de Latinoamérica, nos posicionamos muy bien.
-¿Cómo se convence a la casa matriz para que invierta en la Argentina, con los vaivenes que suele tener el país?
-Por un lado, porque nuestra planta es muy importante. Elaboramos aproximadamente por mes, unas 15 millones de unidades. Tenemos toda una tecnología y plataformas de escala bastante interesantes acá. También contamos con un marco regulatorio que posiciona a la Argentina como de alto nivel de calidad a nivel internacional.
-¿Qué factores preocupan?
-Quizás más a nivel de herramientas financieras, que nos golpearon en 2023 respecto a la salida al mercado de cambio, pero que logramos sortear trabajando con toda la región y el equipo financiero global y que permitieron que Argentina sigua fuerte hoy con todos los proyectos.
-¿Se recuperaron ya de ese golpe?
-No del todo. A nivel comercial venimos tratando, obviamente dentro de lo que fue el contexto 2023, que fue un año de enormes desafíos así como los primeros meses 2024. Estimamos que los próximos tres meses serán también unos meses que nos ponen a prueba. Pero la capacidad de resiliencia del equipo, de adaptación al entorno, fue increíble. Teníamos todo en contra. No solamente la situación macroeconómica y política sino también un mercado en contracción, con proyecciones para 2024 de caídas en el en el mercado farmacéutico total del 10%.
-¿En venta libre fue mayor finalmente la caída?
-Si, tocó hasta caídas del 20% porque es una categoría que no tiene ningún tipo de reembolso, donde los argentinos tienen que desembolsar el 100% del costo de esa medicación. Por eso estamos siendo súper cauteloso y trabajando al máximo para para ver hasta dónde podemos mantener por un lado la viabilidad de la empresa dentro de todo este entorno súper desafiante y sin dejar de cuidar la accesibilidad que es nuestra premisa. Y eso sin contar que el año pasado comenzó una tremenda guerra, con empleados de Israel que marcharon al servicio.
-¿En el mercado de capitales, igualmente, sortearon las dificultades?
-A nivel bolsa, desde la llegada del nuevo CEO, que vino con toda una nueva estrategia y una estructura de simplificar, y con un rumbo estratégico mucho más fuerte, logró duplicar el valor de la acción.
-¿Cómo fue el último informe de resultados?
-A nivel Argentina, 2023 no fue un buen año. La devaluación nos impactó fuertemente. Muchos de los insumos que importamos son en dólares, así que ahí tuvimos un golpe súper fuerte y todavía sufrimos ese impacto. El primer trimestre fue muy duro también. Pero, dentro de este contexto del 10% de caída general, vemos un mercado que se empieza a estabilizar en cuanto a la inflación, el tipo de cambio. Con lo cual, somos optimistas porque si aún habiendo tenido todo en contra logramos el objetivo en 2024, somos muy optimistas de 2025 impulsados también con todos los proyectos y lanzamientos -inclusos algunos adelantados-, que nos ayudan con un poquitito más de aire para lograr los resultados.
-¿Algún cambio incluido en la Ley Bases, el DNU o el paquete fiscal los impacta?
-La verdad no nos cambia la ecuación. Solamente diría que a nivel global, el Gobierno con este plan económico se está ganando unos porotos positivos respecto a futuro con el cepo. Para nosotros, a nivel multinacional para con el headquater, son señales de una tendencia positiva a nivel macro país. Desde el punto de vista financiero es un tema que ya fue sorteado en los últimos meses, más allá de la aprobación de la Ley Bases quizá, lo que estamos viendo que va a impactar de manera positiva es el hecho de poder promover un entorno de mayor competencia o eficiencia en el mercado. Que impulse la productividad y la innovación. Desde ese punto de vista, lo vemos como una tendencia positiva pero todavía es muy temprano para tomar una postura o sacar alguna conclusión.
-El presidente tiene una conexión especial con Israel. ¿Eso impulsa al laboratorio a prestar más atención a la Argentina?
-Ciertamente no hubo concreto todavía, pero nosotros en Teva tenemos comunicación directa tanto con la embajada como la Cámara de Comercio argentino-israelí, con excelentes relaciones. En algún momento, estaba la posibilidad de que el Presidente visite la planta de Teva en Israel, que es una de las empresas más importantes del país. Todavía no hay nada concreto para 2024 pero no lo descartamos para nada.
-¿La guerra en Israel afecta a la empresa particularmente?
-Tenemos una planta en Israel súper importante. Si en algún momento golpeó fue al principio, hoy está estabilizado. Sí sucede que hay varios empleados de Teva que fueron al servicio. Si bien golpea el centro de los headquarters en Israel, la compañía siguen con una posición de multinacional, sin tomar ningún ningún partido dentro de este conflicto.
-¿Es importante la Argentina para la compañía?
-Si. A nivel de Latinoamérica somos el segundo país en términos de facturación. El 30% de la facturación de Teva argentina es institucional, llega por licitaciones públicas.