El Gobierno se prepara para anunciar hoy que en el primer trimestre llegó a la meta fiscal prometida al Fondo Monetario Internacional. La holgura en los dos primeros meses, en los que se registró un superávit de $ 23.384 millones, aseguraron que aún con déficit marzo, los tres primeros meses cierren dentro del objetivo fiscal de lograr un $ 6000 millones en terreno positivo.
Este número, que es mirando el resultado primario, es sin tener en cuenta el pago de intereses de deuda. Contabilizando este concepto el primer trimestre daría en negativo, de acuerdo a estimaciones preliminares.
Al mediodía está previsto que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, dé una conferencia de prensa en el microcine del edificio de Economía para presentar los datos fiscales al primer trimestre, de acuerdo se informó desde esta dependencia.
Un informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), que evalúa los números fiscales a marzo, pero a diferencia de Hacienda, contabiliza la evolución de gasto e ingreso en base devengado (en el Gobierno se hace base caja), identificó que en marzo hubo una aceleración del gasto de la administración nacional, que es lo que de hecho suele ocurrir en el último mes de cada trimestre.
A diferencia de meses anteriores, el gasto total registró un incremento de 38,8% interanual (frente a una suba de 27,5% que venía registrando en el primer bimestre), en tanto los ingresos totales lo hicieron a un ritmo menor, de 31,5% interanual, de acuerdo a la OPC. Esta brecha de 7,3 puntos porcentuales entre el crecimiento de gastos y recursos, contribuyó a un resultado financiero deficitario de $ 84.973 millones en marzo, que revierte el superávit de los primeros dos meses del año e implica un aumento del 67% con respecto al desequilibrio de marzo de 2018.
Transcurridos los primeros tres meses, el resultado financiero acumulado fue deficitario en $ 42.196 millones y representa una mejora de 47,9% en términos reales con respecto a igual periodo del año anterior, de acuerdo a la OPC. No obstante, los números de esta oficina marcan que se acumuló a marzo superávit primario de $ 75.484 millones, muy por arriba de lo que de hecho va a informar hoy Dujovne (esto es, por la diferencia en el método de contabilización), de en torno a los $ 6000 millones.
Para llegar a la meta de superávit primario de $ 6000 millones en el primer trimestre, y tras el resultado positivo acumulado a febrero de unos $ 23.000 millones, en marzo, de manera puntual, el saldo entre ingresos y gastos podrá dejar un déficit primario de casi $ 17.000 millones, y aún así llegar al objetivo prometido al Fondo Monetario.
Con el FMI, la meta anual es de llegar a un déficit primario cero en 2019. De las últimas discusiones con el organismo surgió una modificación en el objetivo del segundo trimestre: mientras que antes se iba a buscar lograr un superávit de $ 40.000 millones, en el acumulado a junio ahora la meta es lograr un resultado positivo de $ 20.000 millones, equivalentes a 0,1% del PBI. Al tercer se buscará que se acumule un superávit de $ 60.000 millones (0,3% del PBI), para terminar el año en equilibrio primario.
Los analistas descreen de la posibilidad de que el Gobierno alcance este año el objetivo de déficit primario cero: según el REM (relevamiento de expectativas de mercado) que hace el Banco Central entre bancos y consultoras, el rojo primario (antes de contabilizar el pago de intereses de deuda) será de $ 80.000 millones, de acuerdo a la mediana de las respuestas de marzo. Y lo que se observa es un empeoramiento de la expectativa: en marzo, esperaban un déficit de $ 41.500 millones.
El Gobierno tiene la posibilidad de utilizar salvaguardas con el FMI: por una lado, extenderse en hasta 0,3% del PBI el déficit por aumento del gasto social, por el otro, un 0,2% por gasto en infraestructura financiado por otros organismos internacionales.