Contradiciendo los mecanismos establecidos en los inicios del nuevo esquema monetario, en el que el foco estaba puesto en mantener a raya la cantidad de dinero sin usar reservas para contener el tipo de cambio salvo en el caso de un salto que lo llevara por fuera de la “zona de no intervención”, el Banco Central (BCRA) anunció hoy que a partir de ahora podrá vender reservas aún cuando la divisa cotice dentro de la zona para contrarrestar el aumento de la volatilidad cambiaria. Y el FMI salió inmediatamente a respaldar el cambio de reglas que el propio organismo había exigido.
Con la demanda de pesos por el suelo y la divisa sujeta a sacudones cotidianos, el BCRA trató de poner el foco sobre la regulación monetaria. “(El Central) debe reforzar el sesgo contractivo de la política monetaria interviniendo en el mercado cambiario para reducir más agresivamente la cantidad de pesos”, dijo el comunicado.
Si bien no hay menciones al efecto de la volatilidad cambiaria sobre el índice de precios, analistas entendían que el ancla cambiaria llegó para sumarse a la estrategia inflacionaria después de que los últimos datos de inflación sorprendieran al alza a las expectativas del mercado.
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Fin de la zona de no intervención
El comunicado oficial detalló que ahora el Banco Central podrá vender reservas cuando lo considere conveniente. “En primer lugar, el BCRA podrá realizar ventas de dólares aún si el tipo de cambio se ubicara por debajo de $ 51,448, cuyo monto y frecuencia dependerán de la dinámica del mercado”, dijo el Comité de Política Monetaria (Copom) de la entidad.
En resumen, se trata de la posibilidad de intervenir a discreción. No hay tope de monto ni tope de frecuencia.
En cuanto a la modalidad, desde la entidad de la calle Reconquista dijeron que no definieron si se usarán subastas o ventas directas al mercado, sólo que hay una variedad de mecanismos disponibles para usar.
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El BCRA puede subastar hasta u$s 250 millones si el dólar supera el techo de la banda cambiaria
Aunque ya no haya una zona en la que el BCRA tenga prohibido intervenir, las bandas no desaparecen. El techo, fijado en $ 51,448 para el dolar mayorista genera la posibilidad de intervenciones -ventas de reservas- tal como se habían diagramado en el inicio del esquema. Desde hoy, además, en caso de que el dolar supere ese techo la entidad podrá subastar hasta u$s 250 millones diarios por esa vía, más de los u$s 150 millones diarios que tenía habilitados hasta el viernes pasado. Pero aún si agota ese monto, la entidad conducida por Guido Sandleris podría vender más si lo considerara necesario.
“Si el tipo de cambio se ubicara por encima de $ 51,448, el BCRA incrementará de u$s 150 a u$s 250 millones el monto de la venta diaria estipulada hasta ahora. Asimismo, podrá determinar la realización de intervenciones adicionales para contrarrestar episodios de excesiva volatilidad si lo considerase necesario”, explicó la entidad.
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Continúan las subastas diarias de dólares del FMI
El derecho a intervenir en el mercado cambiario a discreción no cambia el programa de subastas de dólares que el Tesoro recibió del Fondo Monetario Internacional y que el BCRA vende a diario por cuenta y orden de Hacienda a razón de dos licitaciones diarias de u$s 30 millones cada una.
Contando el día de hoy, el Tesoro ya colocó u$s 540 millones por esa vía. Y continuará hasta terminar de vender los u$s 9600 millones que el FMI le prestó en concepto de “apoyo presupuestario” para este año, lo que extiende las licitaciones diarias hasta diciembre.
Los dólares que ahora el BCRA puede usar para intervenir a discreción son otros. El viernes el Central contaba con u$s 71.898 millones de reservas. De ese total, u$s 9060 millones son los que el Tesoro va a inyectar al mercado y el resto son tenencias propias de la autoridad monetaria, préstamos del Fondo y depósitos en dólares (u$s 30.050 millones del sector privado).
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Los pesos que se absorban al intervenir se restan de la meta de base monetaria
Desde marzo, el BCRA extendió su meta de expansión 0% de la Base Monetaria hasta fin de este año. Ese objetivo es un promedio mensual de $ 1,343 billón de aquí hasta noviembre, para luego aplicar un ajuste por estacionalidad en diciembre, un mes en el que tradicionalmente crece la demanda de dinero.
En este contexto, una eventual intervención del Banco Central en el mercado cambiario implica la venta de reservas a cambio de los pesos que el sector privado invierta en comprar esas divisas. Ese dinero captado por la autoridad monetaria sale de circulación, esto es, se esteriliza. Y, según aclara el comunicado, endurece la meta de base monetaria.
“En todos los casos, el monto de pesos resultante de estas ventas será descontado de la meta de base monetaria. De esta manera, las medidas aquí anunciadas posibilitan la absorción de liquidez de pesos cuando el tipo de cambio se ubique por debajo de $ 51,448 e intensifican dicha absorción cuando el precio del dólar se ubique por encima”, detalló el Copom.
Por otro lado, el BCRA reafirmó que al menos hasta junio no habrá compra de reservas en caso de que la divisa perfore el piso de las bandas (fijado en $ 39,755). Esto es, a la inversa de las ventas, para no inyectar pesos bajo ningún concepto.
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¿Y el dólar? ¿Y la inflación?
En principio, aunque no convence de la desaparición absoluta de la volatilidad cambiaria, los analistas consideran que el anuncio va a tener un impacto en el dólar, de hecho ya lo tuvo.
“El anuncio debería ser positivo para el peso, ya que provee de poder de intervención al BCRA dentro de la zona, y abre la venta a intervenciones discrecionales (en monto y frecuencia) por encima de la zona de no intervención. El anuncio también sería positivo para los bonos en dólares, ya que se reduciría la volatilidad cambiaria, que es un factor que afectó negativamente la intención de voto de Macri. Por otro lado, implicaría una reducción en reservas, presionando a los spreads y valor de recupero potencial en caso de default. Como referencia, estimamos las reservas netas en u$s 20.000 millones”, analizó un mail de Balanz para sus clientes.
Por otra parte, el comunicado no hace ninguna mención a la marcha de la inflación, después del 4,7% que anotó el IPC Indec en marzo y expectativas de otro número alto para abril. Pero en la calle Reconquista hablaban de que el objetivo de alcanzar cierta calma cambiaria es complementario con ello. Los analistas, mientras tanto, creen que de ser exitosa la medida puede tener un efecto limitado.
“Es para superar 2019”, resumió Gabriel Caamaño de Consultora Ledesma. “Que la inflación no se vaya más de lo que ya se fue, que no supere 40%, 35% estará algún optimista, entiendo que el objetivo es ese”, agregó.