Es tiempo de hacer balances. Treinta días después del comienzo de la corrida cambiaria que terminó en una devaluación de 22,9%, las reservas del Banco Central cayeron u$s 8693 millones al 24 de mayo (los datos oficiales recién disponibles ayer) y el total de depósitos se mantuvo casi sin cambios respecto al mes anterior. En cambio, sí se empezó a ver una leve contracción del crédito, con las líneas para las empresas como las principales perjudicadas por las subas de tasas.
¿Qué pasó con las reservas?
El 25 de abril pasado comenzó a regir el impuesto a la renta para los no residentes que provocó que en estampida los fondos internacionales que habían apostado por las Lebac abandonaran sus posiciones en peso. Esto fue el puntapié inicial de tres semanas de nerviosismo en los mercados, que terminó en la vuelta al Fondo Monetario Internacional.
El día anterior, las reservas internacionales del Banco Central acumulaban u$s 60.795 millones. Si bien la autoridad monetaria ya había empezado a vender divisas en el mercado de cambios para mantener al dólar a raya en un contexto de devaluacion de las monedas emergentes dos días antes, ese día tuvo que salir a ofrecer u$s 1.472 millones, cifra récord en la administración de Federico Sturzenegger.
Desde ese día, el BCRA acumuló ventas por u$s 7104 millones, lo que explica mayormente la caída de sus arcas de u$s 8693 millones en los sucesivos treinta días.
Depósitos, estables
El salto de 22,9% del tipo de cambio no afectó negativamente el stock de depósitos en pesos que, en realidad, subió en esos treinta días un 3,38%.
El saldo en las cajas de ahorro en pesos creció nominalmente 1,73% y alcanzó los $ 417.451 millones el jueves pasado.
Por su parte, post corrida y a partir de las tasas de referencia de la economía en valores récord, los ahorristas volvieron a mirar con cariño a los plazos fijos, que acumularon una suba de 3,61% desde el 24 de abril.
Es que, en medio del susto de la corrida, éstos aumentaron su atractivo.
Algo similar ocurrió con los depósitos a plazos indexados a la inflación. Los plazos fijos UVA, una figurita rezagada dentro del sistema financiero local, vieron un impulso en este último mes, por la suba de las expectativas de inflación a raíz de la devaluación, el aumento de las tasas en pesos y el hecho que algunas entidades, como el Banco Nacion, eligieron subir la tasa de estos productos. Así, el stock de estos depósitos ajustables pasó de $ 10.295 millones el 24 de abril pasado a los $ 12.391 el último día hábil antes del feriado del 25 de mayo. Esto representa un incremento de 20% en tan sólo treinta días.
No hubo contagio bancario
Uno de los principales temores de la población en las semanas en las que se extendió la corrida cambiaria, agitado por algunos sectores de la oposición, era que la depreciación de la moneda impactara en la salud del sistema bancario.
Sin embargo, si se analizan los números que reporta diariamente el Banco Central, se ve que no hubo salida relevante de dólares de los bancos.
Los depósitos del sector privado cayeron u$s 342 millones, para terminar ese mes en $ 25.829 millones. El dato puede servir para ver que, pese al nerviosismo que generó la corrida en los mercados y en la opinión pública, la población mantuvo su confianza en los bancos y no se apresuró en retirar sus ahorros.
Tasas vs. crédito
El stock de préstamos al sector privado en pesos subió 2,2% del 24 de abril al 24 de mayo, en línea con el crecimiento intermensual de 2,3% que habían tenido en abril respecto de marzo. Pese a la suba de tasas, no bajó la demanda de financiamiento de las familias. Los préstamos personales crecieron un 2,4% desde la última semana de abril, casi a la par de la inflación estimada para estos últimos treinta días, que es de 2,5% según anticiparon recientemente las consultoras privadas.
La tensión cambiaria y las dudas respecto al rumbo de la economía no afectaron el financiamiento con tarjeta de crédito. El stock de plásticos también se mantuvo estable, con un incremento nominal de 2,3%.
Una historia muy distinta es la que vivieron las empresas, que vieron afectadas sus fuentes de financiamiento de corto plazo por los elevados niveles de tasas que marcó el BCRA. La línea de adelantos apenas creció un 1,68% desde el inicio de la corrida, con una tasa que trepó 13,1 puntos. Mientras tanto, los documentos cayeron 0,2% en ese mismo período.
Los hipotecarios, en la mira
En plena corrida, los prestamos de acceso a la vivienda, principales traccionadores del crecimiento total del crédito en los últimos doce meses, mantuvieron su ascenso. A pesar la de suba del tipo de cambio, que afectó negativamente el poder de compra en dólares de estos préstamos, los hipotecarios vieron desde la última semana de abril hasta el 24 de mayo pasado un incremento de 7,1%.