Con la economía virtualmente frenada en sectores no incluidos en el listado de actividades esenciales, crece la preocupación en el ámbito empresarial acerca de cómo afrontar los pagos de salarios de abril, además de impuestos y costos fijos.
Esta semana algunos sectores industriales deben abonar quincenas, y ramas de actividad con salarios mensualizados admiten que habrá serios problemas para pagar los haberes de abril, cuando la cuarentena suponga casi 40 días de parate.
Así, en los últimos días empezó a madurar la idea de llegar a acuerdos entre empresas que hoy no tienen ingresos de ningún tipo y los respectivos sindicatos, para aplicar un porcentaje de quita en los salarios a cambio de mantener las fuentes de trabajo.
La Unión Industrial Argentina(UIA) planteó algo en ese sentido en el documento que presentó al Gobierno. Allí pide "garantizar una vía administrativa ágil para la homologación remota de acuerdos individuales y colectivos que se celebren con motivo del (artículo) 223bis de la Ley de Contrato de Trabajo", que habilita el pago reducido en situaciones de fuerza mayor, como el caso de empresas que están cerradas.
El primer paso lo dio Aluar, que el viernes alcanzó un entendimiento con los gremios, en una actividad que hoy está trabajando al 50%. La industria automotriz es otro caso testigo, aunque los acuerdos serían por compañía y no en un acuerdo general a través de la cámara que los agrupa (Adefa).
Ayer se conocieron declaraciones de Ricardo Pignanelli, jefe de SMATA (mecánicos), quien admitió en radio Futurock que cuando el sector pacta licenciamientos, lo hace "con un 70% u 80% del sueldo bruto, por lo que la caída puede ser de un 10% del salario neto".
Días pasados un comunicado de AFAC (autopartistas), fue en el mismo sentido. Pero el tema es complejo porque deben negociar con SMATA, la UOM (metalúrgicos) y una rama del sindicado de plásticos. Según pudo saber este diario las posiciones aún están alejadas, analizando recortes que van del 30 al 50% del salario neto.
La industria de componentes y autopartes está sin actividad desde el 20 de marzo, cuando comenzó la cuarentena, pero ya antes venía con muchas dificultades a nivel de actividad. Y hacia adelante, el panorama luce, especialmente, complejo.
Es que la Decisión Administrativa 490, del 11 de abril -continuidad de la cuarentena y habilitación a nuevos sectores- permite comercializar el stock de repuestos, pero dice nada de la fabricación. "Necesitamos precisiones para que el mercado de reposición pueda operar y que puedan abastecer a las actividades esenciales. El temor es que si no podemos fabricar, se abastezca pero con producción importada", señaló Juan Cantarella, gerente General de AFAC.
De por sí, el mercado de reposición es un tercio del total del negocio, y hoy la única tabla de salvación en un sector que depende como el agua de la actividad de las terminales. La mayoría de ellas ya anunció que retomará la actividad entre mayo y julio.
La industria de alimentos y bebidas, po su parte, tiene una situación peculiar. Mientras las grandes empresas no tendrían problemas para abonar los salarios, las pymes del sector, complicadas por la falta de crédito, impulsan un recorte de los haberes.
También hay conversaciones entre la Cámara Argentina y de Comercio (CAC), y la Confederación Argentina de la Mediana Epresa (CAME) con el Sindicato de Comercio. Hay entendimiento de la situación y buena sintonía pero todavía no hay fumata blanca.