Los emprendedores afroargentinos están en crecimiento, aún cuando encuentran un contexto alentador en el país para desarrollarse, sobre todo en comparación con otras naciones vecinas, aún enfrentan trabas de inclusión y financiamiento.
Argentina tiene 46 millones de habitantes, de los cuales 303 mil se reconocen como afrodescendientes y se abocan al emprendedurismo como forma de subsistencia". Así lo reveló un reciente estudio realizado por CAF - Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe, en colaboración con el Instituto Feira Preta y Plano CDE, que analizó los retos que enfrentan las personas afroemprendedoras en cinco países de la región: Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Panamá.
Argentina se posiciona como la economía de América Latina que más incentiva a estos emprendimientos, apoyando principalmente a pequeñas y medianas empresas. Es en este escenario que la comunidad afroargentina gana espacio.
El 56% se concentra en la región metropolitana y en la provincia de Buenos Aires. Si bien la práctica de blanqueamiento de la población los ha marginado y reducido su presencia, los afroargentinos presentan algunos indicadores básicos mejores que los de la población en general.
La mayoría de las empresas están dirigidas por mujeres de hasta 39 años, constituyendo el grupo más numeroso de afroemprendedores en el ecosistema afrolatino, proporción que alcanza al 80% de las personas encuestadas.
La contracara de este dato alentador es que el 48% de los emprendimientos liderados por mujeres son el sustento de hogar y generan ingresos de hasta un salario mínimo. Lo que, a noviembre 2024 es de $271.571, cifra que está por debajo de los $319.284 requeridos para cubrir la canasta básica de una sola persona y no caer bajo el umbral de pobreza.
"A pesar de ello, muchos de estos negocios desempeñan un papel crucial en el sostenimiento económico de las familias, ya que el 59% de los emprendimientos generan el único o principal ingreso del hogar", enfatizaron los especialistas.
Los desafíos para los emprendedores afroargentinos
El informe puso de relieve que, a pesar de la innovación y la resiliencia presentes en las empresas dirigidas por personas afroemprendedoras, las barreras financieras y las relaciones con el entorno bancario siguen siendo grandes retos para el crecimiento de estas iniciativas.
A nivel general, aunque la mayoría de las personas encuestadas están bancarizadas, el 64% de las emprendedoras utilizan la misma cuenta para fines personales y empresariales. El acceso al crédito es el principal cuello de botella. Tres factores principales contribuyen a esta dificultad: la excesiva burocracia, el elevado costo de los préstamos y, sobre todo, la discriminación racial.
De hecho, Argentina posee la menor tasa de formalización de negocios (el 45%) en comparación con los demás países, y esto se debe a los costos asociados del proceso de formalización, así como a las dificultades que encuentran para sortear las burocracias estatales.
Por otra parte, en el país la asociación entre negocios e identidad racial es menos común que en el resto de los países. El 47% se identificó como no blanco (negro o indígena) y el 36% sufrió discriminación racial por parte de sus clientes.
En este sentido, el 62% de las personas afroargentinas creen que los negocios deben preocuparse por cuestiones raciales. El 59% tiene confianza en su habilidad para producir productos o servicios de alta calidad, y el mismo porcentaje cree en su capacidad para vender sus productos